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La tarea de los Clippers no era sencilla. Sin Blake Griffin (tiene para dos meses más) y sin Austin Rivers (fractura en una mano, regreso indefinido), ganar en Miami era un desafío grande, pero con un enorme Chris Paul a partir de la mitad del segundo cuarto, lo ganó con autoridad 100-93. Prigioni (que jugó dolorido por un golpe en su ojo izquierdo con Oladipo ante Orlando) tuvo un rendimiento parejo y terminó con 2 puntos y 2 asistencias en 14 minutos.

El inicio fue complicado. Tras anotar una bandeja simple Reddick, los Clippers fallaron sus siguientes 14 lanzamientos, con Paul tozudo buscando penetraciones y tiros incómodos. Pese a ese horrible registro, Miami no pudo sacar ventajas por la buena defensa visitante. Apenas 12-6.

Doc Rivers mandó al campo a la segunda unidad, con Prigioni como base, y el argentino picó bien: asistencia a Crawford para cortar la mala racha y doble desde la punta. Rápido, el equipo angelino se puso en juego, un juego con flojísimos porcentajes de ambos lados, que se reflejó en el 19-15 del primer período a favor de Miami.

Ambos mejoraron ofensivamente en el segundo, uno apoyado por Whiteside y el otro por Crawford y Stephenson. Un triple de Pierce le dio a los Clippers la primera ventaja desde el 2-0 (43-42), pero más importante fue que, apenas antes, dos conversiones de Paul dejaron atrás el 0/9 de cancha del base en el inicio.

El tercer cuarto fue dominio claro de los Clippers, ya con Paul encendido y con Reddick acertando tras las cortinas. LA sacó 11 y Miami empezó a utilizar el defenestrado Hack a Jordan, que le dio buenos dividendos. El pivote anotó 2/10 desde la línea y Miami achicó a 6, pero el local lucía trabado, y no pudo completar en ese momento la remontada, que sí llegó en el último período, cuando Rivers volvió a mandar a la cancha a la segunda unidad, pero esta vez sin eficiencia ofensiva.

Miami se puso a 3 (81-78) a 6:36 del final y todo se oscureció para los Clippers, pero el retorno de Paul y un par de acciones clave (robo de Mbah a Moute a Wade y dos triplazos del base) definieron el encuentro 100-93. Paul fue la figura pese a su arranque, con 22 puntos, 7 asistencias y 8/23 de cancha). Bosh, Wade y Dragic terminaron con 17 en Miami, pero sin pesar en el juego. 

Prigioni, que finalizó con 2 puntos (1/1 dobles, 0/2 triples), 2 asistencias, 1 rebote y 1 robo en 14:05, analizó el juego para Básquet Plus. "En el primer ingreso, el segundo grupo tuvo un buen rendimiento. Cerramos muy bien el segundo cuarto y después se depertó el súper petiso y fue clave para ganar, como también el robo de Mbah a Moute, que sentenció el partido. Ellos juegan muy intenso en casa. Queríamos controlar a Dragic para que no nos haga daño con sus penetraciones, porque sabemos que Bosh y Wade siempre hacen lo suyo. Entonces el desafío era ser intensos, más allá de la táctica".

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Miami
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