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Llegó el momento esperado para Bahía Basket. Esta noche, desde las 20.30 de nuestro país, se enfrentará con el local y campeón Guaros de Lara, en la final de la Liga de las Américas 2017. Aunque la historia ya será recordada y los méritos son enormes, los bonaerenses quieren dar ese último paso para terminar de conseguir una gesta heróica.

El camino a la final para Bahía comenzó en Ponce, Puerto Rico, donde tuvieron una primera ronda perfecta: victorias sobre Cocodrilos (77-75), Academia (94-67) y el local Leones (96-92), para cerrar con un 3-0 inmaculado y asegurarse el pase al cuadrangular semifinal.

Nuevamente en Ponce, esta vez el escenario fue distinto para los de Ginóbili, quienes tuvieron que transpirar hasta la última gota para avanzar a la definición del torneo. Arrancaron perdiendo ante Leones (95-82), pero luego se recuperaron goleando a San Lorenzo (89-69) y en la última fecha, dieron vuelta un partido memorable ante Hebraica (73-69), luego de ir perdiendo por 21 tantos.

Ya en las semis de Barquisimeto, el desafío era gigantesco: enfrentar al único invicto del certamen, los mexicanos de Fuerza Regia, que además vienen arrasando en su competencia doméstica. Sin embargo, dando una nueva muestra (como si hiciera falta) de la personalidad y jerarquía del equipo, Bahía dominó a los norteamericanos de principio a final, imponiéndose por un claro 74 a 65. Poco importó la diferencia de presupuesto y experiencia entre uno y otro.

El rendimiento de los bahienses a nivel internacional no sorprende. De hecho, un par de meses atrás alcanzaron la final de la Liga Sudamericana, perdiendo en ella contra Baurú por 3-0. La frustración fue grande y seguramente pocos imaginaban que iban a tener revancha tan rápido. Pero acá están nuevamente, liderados por un grupo de jóvenes de proyección extraordinaria, además de veteranos que entienden su rol y brillan dentro de él.

La propuesta de Bahía esta noche será la misma de siempre: defender duro y aprovechar cada oportunidad para desplegar las alas en transición, con Juan Pablo Vaulet a la cabeza (12 puntos por juego). Cuando sea momento de jugar en la media-cancha, las mayores responsabilidades caerán sobre un Lucio Redivo (22,9) en una forma excepcional y el siempre rendidor Anthony Johnson (13,9 y 8,1 rebotes).

¿Qué le espera del otro lado? Un Guaros con una combinación perfecta de talento y veteranía, que ya sabe lo que es jugar este tipo de instancias. Los venezolanos son el segundo equipo más goleador del torneo (87,6) y tratarán de imponer esa virtud ante una defensa dominante como la bahiense.

Guaros viene teniendo una competencia sólida y sin grandes sobresaltos. En los primeros dos cuadrangulares llegaron al último día ya clasificados, mientras que ayer fueron una aplanadora ante Leones, superándolo por 100 a 87 (27 puntos de Graham, que viene siendo junto a Redivo de lo mejor de esta edición).

Liderados por los 16,3 tantos de Zach Graham, los venezolanos presentan muchas variantes ofensivas, con otros tres jugadores en doble dígito: Lazar Hayward (14 más 8,3 rebotes), Néstor Colmenares (10,9 y 7 rebotes) y Gregory Echenique (10,6 y 7,3 tableros). Tienen conducción, tiro y muchísima potencia. ¿Por dónde lo puede quebrar Bahía, entonces? Bueno, defensivamente dan algunas ventajas: en 5 de los 7 partidos que jugaron permitieron 80 o más puntos (en contraste, los argentinos solo lo hicieron en 2 de 7).

La mesa está servida para lo que se espera sea una final memorable. ¿Se impondrá la jerarquía individual y la localía de Guaros?, ¿o podrá Bahía Basket agregar un capítulo más a esta historia digna de un relato de ficción? En solo algunas horas, descubriremos la respuesta.