NBA

La noche en la que Petrovic brilló ante los Bad Boys

11:33 24/05/2020 | En 1992, el escolta croata tuvo uno de sus grandes partidos con la camiseta de los New Jersey Nets. Lo hizo enfrente de los Detroit Pistons, poseedores de uno de los mejores sistemas defensivos de la época.

Petrovic, con la camiseta de los Nets. (Foto: Getty Images)

La muerte de Drazen Petrovic es una de las grandes tragedias en la historia del deporte mundial. El croata, que había brillado como pocos en Europa, estaba llamado a ser la primera gran estrella internacional de la NBA. Tenía apenas 29 años cuando falleció en un accidente de tránsito en Alemania en junio de 1993. Sin embargo, el escaso tiempo que pasó en la liga estadounidense le alcanzó para demostrar que pertenecía a la élite de la élite. ¿Un ejemplo perfecto? La noche en la que desplegó su arsenal ofensivo ante los Detroit Pistons de Isiah Thomas y Joe Dumars.

Fue el 29 de febrero de 1992. Petrovic vestía la camiseta de los New Jersey Nets por segunda temporada, luego de un paso por los Portland Trail Blazers en el que no se lo tuvo tan en cuenta. Finalmente, como representante de la franquicia neoyorkina, el extranjero pudo establecerse como una fuerza ofensiva de temer. En el mencionado partido ante los Bad Boys, anotó 24 puntos con un 57,9% de acierto en tiros de campo y su equipo ganó por 99-90. La importancia de su impacto no residió tanto en la cantidad, sino en el cómo: "Encestaba tan rápido sobre mí que era increíble. Te digo, yo estaba justo enfrente suyo. Sin embargo, él era como una máquina", contó tiempo después Dumars. Y, que uno de los mayores especialistas defensivos que tuvo la competición suelte una frase como esa, dice mucho más que cualquier número.

En aquella campaña, el Mozart de Sibenik promedió 20,6 unidades por encuentro y lo hizo con una soberbia efectividad: 50% de acierto en tiros de campo y 44% en triples, convirtiéndose en el máximo exponente del momento en cuanto al lanzamiento desde el perímetro. Lo que fue capaz de hacer ha trascendido a su época y, sin él, no podríamos entender la importancia que tiene este arma ofensiva en el estilo de juego actual.

 

 

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