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Dicen que los opuestos se atraen y en el caso de Lionel Messi y Kobe Bryant se podría decir lo mismo. Opuestos en el sentido de los deportes, porque uno juega al fútbol y el otro la rompía en el básquet, pero no en cuanto a la vida misma. ¿La razón? Ambos eran (y el argentino todavía lo es) competidores enfermizos a los que sólo les importaba ganar, como sea y cuando sea. También están considerados dos de los mejores de la historia en cada una de sus disciplinas. 

Los opuestos se atraen y Kobe Bryant y Lionel Messi también lo hicieron. Todo comenzó cuando Ronaldinho, amigo de los dos, los presentó. "Mirá, Kobe, te voy a presentar al jugador que va a ser el mejor de todos los tiempos", le dijo el 10 al norteamericano. "Pero vos sos el mejor de todos", replicó el escolta. "El va a ser mejor", le contestó inmediatamente el brasileño. Aquel pibe era Lionel Messi y aquella amistad se mantuvo hasta el día de la muerte del exjugador de Los Angeles Lakers. 

Durante el tiempo posterior a esa presentación tanto el crack del Barcelona como el legendario escolta compartieron publicidades, elogios y muchas pero muchas risas. Al basquetbolista le encantaba el fútbol y al futbolista le gustaba el básquet. Incluso, un día Kobe dijo que quería proponerle algo a Messi: entrenar una semana con los Lakers. Él estaría una semana allí y Bryant una en el Barcelona. 

Lamentablemente la vida y el destino tuvieron otros planes, pero su amistad siempre quedará presente. Fueron dos polos opuestos que se encontraron por la grandeza del deporte y por culpa de dos pelotas. Dos pelotas de diferentes colores, pero de la misma esencia. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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