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Si le ofreciéramos a cualquier persona relacionada al básquetbol, mínimamente conocedora, y le preguntáramos quién es el jugador o exjugador de la NBA que más dinero posee, seguramente la mayoría acertaría eligiendo a Michael Jordan. 

Y es así. MJ, además de ser considerado por muchos como el mejor jugador de la historia, es también el que mejor lo ha hecho en los negocios, siendo parte central de la explosión de Nike, teniendo hoy su propia línea dentro de la compañía, Jordan Brand, y, sobre todo, habiendo entrado justo en el negocio de las franquicias cuando compró Charlotte Hornets. Su fortuna hoy se estima en 2.100 millones de dólares. 

Las apuestas se podrían poner interesantes para elegir al segundo más rico de la historia. ¿Kobe Bryant? ¿Kevin Garnett? ¿Quizá Magic Johnson? ¿Algún otro famoso jugador que haya invertido bien su dinero? ¿Shaquille O'Neal? Garnett, Bryant y Shaq son los 3 que más dinero ganaron como jugadores en la historia. Jordan no entra ni en los primeros 100. 

Pues la respuesta es no. No es ninguno de ellos. El segundo exjugador con más dinero acumulado en su patrimonio es Ulysses Bridgeman, más conocido como Junior, un alero de 1.95 que jugó 12 temporadas en la NBA entre 1975 y 1987, 10 en Milwaukee y 2 en Los Ángeles Clippers.

Había sido elegido por los Lakers en la primera ronda del draft de 1975, pero fue transferido a los Bucks en la operación que llevó a Kareem Abdul-Jabbar a LAL. En total, disputó 898 partidos (49 de playoffs). Nunca fue campeón ni tuvo grandes salarios. ¿Dónde está el secreto entonces?

Pues parece que Bridgeman era un hombre intuitivo. No era mal jugador, pero tampoco una estrella. En esos 898 partidos promedió 13.5 puntos. Nada mal. Sin embargo, vivió en una época donde los salarios no eran gran cosa. Su mejor sueldo fue de 350.000 dólares en sus últimas campañas. 

Con ese dinero, a Bridgeman se le ocurrió invertir comprando un local de Wendy's, la popular cadena de comida rápida, competencia de McDonald's y Burger King. Bridgeman tenía algo distinto, ya que empezó a estudiar bien el negocio, sabiendo que lo que había ganado en la NBA no le alcanzaría para el resto de su vida. 

Fue tan detallista, que llegó a trabajar en uno de sus Wendy's como empleado infiltrado en los recesos de la NBA, para entender bien todo el negocio. Cuando terminó de jugar, ya tenía 3 locales de la cadena, y se dedicó de lleno al negocio. ¿Cómo le fue? Llegó a tener más de 160 sucursales y ser el número uno entre propietarios de franquicias de la empresa. 

Bridgeman no se quedó solo con eso. También invirtió en Chili's, otra cadena del mismo rubro, pero ubicada básicamente en los Estados Unidos. ¿Cuántas sucursales tuvo de Chili's? ¡120! También invirtió en otras cadenas como Fazoli's y Blaze Pizza, llegando a poseer unos 360 locales de comida. 

En el 2016, vendió sus locales de Wendy's y Chili's para cerrar un acuerdo con la embotelladora de Coca Cola, que le dio exclusividad en operaciones en zonas de Kansas, Missouri, Illinois y Nebraska. Coca Cola era un sueño de Bridgeman, que luego extendió su negocio con la embotelladora a Canadá. 

Entre todas sus inversiones, la fortuna de Bridgeman se calcula en unos 600 millones de dólares, algo más que Magic Johnson, el tercero en la lista de exjugadores millonarios. Podríamos definir entonces a Bridgmena como un más que correcto jugador de básquetbol, una megaestrella para los negocios.