NBA 2015/16

Isaiah Thomas, la historia de la estrella menos probable

20:05 30/01/2016 | Repasamos la curiosa historia de Isaiah Thomas, de un marginal jugador de secundaria a la más reciente estrella de la NBA.

Thomas, base de los Boston Celtics.

El camino de Isaiah Thomas al estrellato es distinto al de cualquier otro jugador NBA que tengamos en la memoria. El pequeño base de los Boston Celtics es una historia rica para analizar por donde se la mire y su convocatoria al All-Star Game 2016 no hace más que potenciar esta situación.

Probablemente, la primera referencia que muchos hayan tenido con Thomas pase por su nombre, similar (aunque no idéntico) al de la leyenda que brillara en los Detroit Pistons. 

La similitud tiene una explicación: antes de su nacimiento, su padre apostó con un amigo que los Lakers vencerían en las Finales NBA a los Pistons. El niño finalmente llegó al mundo antes de que Detroit tuviera la chance de barrer a Los Angeles en aquel 1989, pero igualmente, James Thomas se había encariñado con el nombre y junto a su esposa, lo eligieron para su bebé recién nacido. La madre prefería un nombre bíblico y por eso, cambiaron el Isiah por Isaiah.

A la larga, Thomas sería mucho más que una anécdota relacionada a su nombre, pero pocos lo hubieran imagino cuando se desempañaba en el secundario. Allí no sólo se transfirió de un par de escuelas, sino que incluso llegó a repetir el 11° grado por deficiencias académicas.

El problema con Thomas sería el mismo que lo perseguiría hasta enero de 2016, cuando todas las dudas puestas sobre él quedaron opacadas: la altura. Con tan sólo 1,75 de estatura, eran pocos los que veían un gran potencial, más allá de su talento anotador y capacidad atlética.

De hecho, en el ranking de RSCI del 2008 (ordena a los jugadores de mayor potencial de la secundaria, de cara a la universidad), el nacido en Tacoma aparecía 112. Esto quiere decir, que los medios especializados consideraban que había 111 mejores jugadores, ya no sólo pensando en la NBA, sino simplemente en su paso a la NCAA.

Igualmente, una Universidad importante como Washington apostó por él y vaya que la decisión daría sus frutos. Allí apareció un nuevo obstáculo: ocupar la vacante que había dejado en los Huskies, Nate Robinson. Las comparaciones fueron inmediatas, debido a su altura, características y hasta número de camiseta (2).

A Thomas no sólo no le pesó esta situación, sino que sacó provecho de ella, rompiéndola durante sus cuatro años en Washington. Sin embargo, las dudas seguían. Al base lo veían como una versión desmejorada de Robinson y pocos creían que tenía el físico o el manejo de equipo para ser un jugador NBA.

Draft Express, sitio especializado en prospectos, apenas lo tenía en consideración para la selección del 2011, ubicándolo en el puesto 57 de su ranking. Y no estaban muy errados: 59 picks pasaron (hasta alguien llamado Chu Chu Maduabum) y nadie llamó a Thomas, hasta que en el último, el 60, los Chicago Bulls lo seleccionaron. Allí duró poco e inmediatamente fue traspasado a Sacramento.

Ahora bien, el pick 60 es básicamente considerado una lotería, con muy pocas chances no sólo de conseguir un buen jugador, sino de alguien que llegue a debutar en la NBA. En el pasado, apenas Drazen Petrovic y algún otro caso muy antiguo llegaron a tener algún tipo de relevancia en la liga. Mr. Irrelevante, es el nombre con el que suele conocerse a ese seleccionado.

Las contras para Thomas seguirían en los Kings, donde debía ganarse un lugar por encima del novato sensación de aquel momento: Jimmer Fredette (venía de romperla en la NCAA). En un principio las oportunidades fueron para Fredette, pero rápidamente cualquiera con algo de ojo se dio cuenta que el mejor de los dos era el ex Huskies. Y ni siquiera había un debate al respecto.

De a poco, Thomas fue ganándose un espacio dentro de la rotación de Sacramento y demostrando que a pesar de su altura, su desequilibrio individual seguía intacto. Tal fue su producción, que no pasó demasiado tiempo hasta que quedó como el dueño de la base de la franquicia californiana.

Tres años después y con algunos rumores de peleas con Cousins en el medio, el hijo de James firmó con los Phoenix Suns, donde tendría un nuevo obstáculo en el camino: la mala química con las otras figuras del equipo, Goran Dragic y Eric Bledose. Rápidamente quedó claro que los tres no podían convivir y ese mismo año, lo traspasaron a Boston.

Su salida de Phoenix fue vista en aquel momento como un fracaso. Casi como una confirmación de que todas las sospechas puestas sobre Thomas estaban bien fundadas. Sacramento podría haber sido sólo un golpe de suerte para Mr. Irrelevante. Pero nuevamente, el tiempo demostró otra cosa.

Thomas no sólo volvió al nivel de los Kings, sino que incluso lo superó, transformándose para muchos en el mejor sexto hombre de la NBA. La 2015-16 lo llevó aún más lejos: figura de un equipo de playoffs y seleccionado por los entrenadores al All-Star Game.

En 48 encuentros de esta campaña, promedia 21,5 puntos y 6,7 asistencias, titularizando 45 partidos. Su equipo además está cuarto en la Conferencia Este, con marca de 27 triunfos y 21 derrotas.

Ni los rankings, ni los centímetros, ni los traspasos ni los pasos en falso detuvieron a Isaiah Thomas, quien puede no parecerse en nada a las estrellas de la NBA pero al que está claro, ya nadie puede negarle la credencial para ese selecto club.

 

Juan Estévez
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @JuanEstevez90
 

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