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Gimnasia (Comodoro Rivadavia) 66 - Obras Basket (CABA) 58

El arranque de la final fue sumamente parejo y con un estudio entre ambos, al mejor estilo del arranque de una pelea de boxeo. El primero en romper con la monotonía fue Obras, con una estrategia clara: llevar la pelota adentro.

Si bien Horner no podía sacar provecho del emparejamiento contra Mainoldi, Delía estaba sumamente agresivo y con seis puntos, adelantó a los suyos. En Gimnasia los únicos que sumaban eran Mainoldi y Clancy (hicieron los 12 puntos del equipo en el primer cuarto), pero aún así, la visita cayó abajo por 17 a 12.

Gimnasia se quedó en esos 12 tantos durante los últimos minutos del primer parcial, combinando una gran defensa de Obras, con una clara falta de ideas de parte del equipo. El dueño de casa cerró con una ráfaga de 9-0, potenciado por un triple de Fitipaldo y se fue al descanso adelante por 21 a 12.

García rotó el banco intentando encontrar soluciones en el segundo cuarto y dándole un importante protagonismo al juego de Sandes en el poste bajo. Sin embargo, los patagónicos seguían sin encontrar el aro y con una bomba de Zanzottera, los de Poch sacaron ventaja de doble dígito.

El trabajo defensivo de Obras era sensacional: Gimnasia no pudo encontrar absolutamente ninguna de sus vías de gol habituales (0 de 9 en triples) en los primeros 20 minutos. El local jugaba físico, intenso y casi sin cometer errores atrás. Así, y aunque en ataque sus porcentajes bajaron, el Tachero se fue al entretiempo al frente por 31 a 20.

Todo lo bueno que había hecho Obras en el primer tiempo, fue completamente opuesto en las primeras posesiones del segundo. Gimnasia abrió con un triple de Mainoldi (el primero de su equipo) y con dos corridas de De Los Santos y Aguerre, para ponerse a cuatro (31-27). Los de Poch siguieron secos y la visita primero lo empató con un doble de Mainoldi y luego pasó adelante por 36 a 33, con otra bomba, en este caso de De Los Santos. En un par de minutos, los de Comodoro cambiaron su cara 180 grados.

La superioridad de Gimmnasia continuó: nuevo triple de un encendido De Los Santos y corrida de Schattmann para sacar máxima de 41 a 33. Esto pareció despertar a Obras, que respondió con cinco puntos de Safar y un tiro de tres de Horner para empatar en 41 con un rápido 8-0. De repente, el partido se había hecho de gran nivel y sumamente cambiante.

El tercero se cerró con más triples y precisión de parte de ambos. Schattmann sumó para Gimnasia y Safar para Obras, para que el Verde cerrara el período arriba por la mínima: 46-45, dejando todo absolutamente abierto para la definición.

Los últimos 10 minutos comenzaron con mucha paridad, aunque con Gimnasia todavía siendo levemente superior. Sin embargo, la eficacia de ambos volvió a bajar y con cinco minutos por jugarse, el marcador tenía a los visitantes adelante por 53 a 50.

Los dirigidos por Gonzalo García, tomaron una importante ventaja de seis, luego de una tremenda volcada más la falta de un Clancy que fue decisivo en los momentos claves. Obras no tenía fluidez ofensiva y para colmo, cuando parecía que podía acercarse a dos, una tremenda tapa de Aguerre sobre Wade, le negó esa chance.

Inmediatamente después del tapón, De Los Santos anotó con una de sus clásicas penetraciones para dejar a los suyos al frente por seis, a falta de 47 segundos. El partido a partir de ahí se definió en la línea de libres, donde Gimnasia casi no falló, para quedarse con la victoria y el título por 66 a 58.

Enorme mérito para los patagónicos, que sin hacer su mejor juego durante el certamen, ganaron en terrenos que no le son tan cómodos, demostrando la versatilidad de su plantel. Un campeón más que merecido, que ahora buscará seguir por este camino en la Liga Nacional y en la Liga de las Américas.