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La situación de Jimmy Butler tiene cada vez más tintes de novela que de un problema de vestuario, de esos que suelen suceder en los equipos pero que generalmente nunca ven la luz. Justamente lo contrario sucede en Minnesota, franquicia en la que prácticamente se ha montado un circo de dimes y diretes entre una incontable cantidad de involucrados. Obviamente el protagonista principal es Butler, quien primero presiona para irse, luego se entrena con sus compañeros y vocifera contra ellos, para finalmente llamar una reunión y marcar cómo debería ser el terreno en caso de quedarse.

En una charla con The Athletic, el mítico jugador de los Timberwolves se refirió a la particular realidad que están sobrellevando en Minnesota y no tuvo ningún pelo en la lengua para criticar y brindar su forma de pensar al respecto: "Se ha montado una tormenta de mierda ahí. Ojalá se pueda superar este momento complicado y todos alcancen un punto en común para superarlo. Creo que ambas partes están delirando un poco: Jimmy cree que su valor es más alto del que realmente es... es un buen jugador, pero no le veo al nivel de Kevin Durant o de LeBron James. Si ellos son un sobresaliente, Butler es un notable alto. Desconozco si ha tenido el poder suficiente como para plantarse ahí y forzar un traspaso como este. Puede apretar algo, pero no sé si en realidad ha tenido tanta influencia como para tratar de hacer eso. Realmente no sé si Jimmy tiene tanto poder como para hacer algo así".

"Lo que realmente es una tormenta de mierda es que nadie es capaz de guardarse lo que pasa durante un entrenamiento. Lo que sucede ahí, debe quedarse ahí. Y lo que sucede entre dos franquicias también ha de guardarse. Ahora todo es malditamente público. Butler tiene un gran potencial y un valor que él mismo se ha fabricado, pero no me gustaría ver cómo acaba perdiendo ese valor a causa de sus acciones. Karl-Anthony Towna y Andrew Wiggins son mis hombres, los apoyo. KAT tiene habilidades para el liderazgo, trabaja con intensidad. La cosa es si ahora quiere verbalizarlo, lo cual es el siguiente reto que tiene como líder", concluyó Kevin, quien jugó 970 partidos en los Wolves a través de 14 temporadas. Con la camiseta de Minnesota promedió 19.8 puntos, 11 rebotes, 4.3 asistencias, 1.6 tapones, 1.4 robos y 34.5 minutos por partido.