F4 Euroliga

Fenerbahce ratificó su poderío y es el primer finalista de la Euroliga

15:11 18/05/2018 | Pareció durante varios momentos tenerlo totalmente dominado, pero Zalgiris lo puso en aprietos en la segunda mitad, aunque le faltó creerlo. Ganó 76-67 y Muhammed fue la gran figura.

Ali Muhammed, tremendo con 19 puntos en 12 minutos (Foto Fenerbahce)

Las Final Four de la Euroliga la juegan los mejores 4 equipos de Europa, pero no siempre los mejores son los que, ya dentro de ellas, la ganan. En este caso, el peso individual de los jugadores fue determinante y el Fenerbahce se llevó la primera semifinal de la Euroliga, 76-67, ante un Zalgiris que no tuvo el suficiente prestigio como para hacerle frente.

Y lo de prestigio tiene que ver con que le costó mucho de entrada acomodarse a un ambiente de tensión al que no está acostumbrado (es cierto que eliminó al Olympiacos ganando en Grecia, pero esto es distinto), y cuando tuvo en la segunda mitad la posibilidad de ir por el triunfo, no supo cómo hacerlo, algo que sí tuvo claro Fenerbahce. 

Los turcos, que arrancaron 7-1, permitiendo la primera conversión de cancha de su rival a los 5:18 del primer cuarto, lo llevaron casi siempre a su modo, a veces dejándose estar un poco más, permitiendo la recuperación de los lituanos, pero defendiendo con una intensidad que apabullaba, a partir de su larguísima rotación (Obradovic usó 11 jugadores ya en el primer período). 

Zalgiris tuvo varias reacciones en el juego, la más contundente en el tercer cuarto, cuando de estar abajo por la máxima (37-50), metió un parcial de 11-0 para ponerse en juego. Hasta ahí, no había podido usar su tiro de 3 (0/3), algo inusual en el básquet de hoy, pero luego consiguió algunos tiros largos que le abrieron la cancha, aunque le faltó claridad y decisión para ir por el liderazgo del tanteador.

Con Fenerbahce pasó lo contrario. Cada vez que se vio en apuros, Obradovic mandó a Muhammed (ex Bobby Dixon) a la cancha y el base hizo desastres: en 11:48 anotó 19 puntos, tomando muchos lanzamientos (8/11), pero con una confianza descomunal. Fue lo que no tuvo Zalgiris, aunque Pangos asumió su rol anotador cuando vio que no había muchas opciones (Jankunas estuvo desaparecido).

Gran cierre del equipo turco (mención especial para Sloukas y todo lo que genera Vesely con su potencia física y Datome con su polifuncionalidad), que se mete en la final nuevamente para defender su título del año pasado y para ver si el ídolo local, Zeljko Obradovic, puede levantar en su Serbia natal su décima copa de Euroliga, lo que sería un hito inigualable. 
 

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Belgrado, Serbia
En Twitter: @basquetplus

 

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