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"Los entrenadores siempre queremos elegir", nos decía hoy Sergio Scariolo. Y es cierto, pero si tomáramos todo lo que le ocurrió al Real Madrid esta temporada en tema de lesiones (Llull, Kuzmic, Ayón, Randolph, Campazzo), que Pablo Laso tenga la posibilidad de tener a toda su plantilla disponible para esta F4 (es cierto, con Llull recién retornado y Campazzo ausente hace más de un mes), podría decirse que el panorama no es tan malo.

Sobre todo por lo que genera la presencia de Llull, que ya quedó demostrada en los playoffs ante Panathinaikos, cuando se produjo su retorno tras no jugar en toda la temporada y parecía que nunca había estado lesionado. Lo estuvo, y Laso sabe que no será el Llull de las anteriores 6 F4 que disputó. Pero está, y eso es una gran noticia,

También es bueno que Campazzo pueda jugar minutos, porque fue el hombre que llevó al Madrid hasta aquí todo el año. Si agregamos que Doncic tuvo un año pleno y que por primera vez podrán estar los tres al mismo tiempo, el CSKA debería preocuparse. Es el Madrid y siempre su nombre aparece como favorito, pero la realidad es que en Belgrado no lo es, y eso puede favorecerlo.

¿De qué dependerá su suerte? Primero, de no cometer el error del año pasado y basar todo su juego ofensivo en Lllull. Es casi imposible que eso ocurra por el estado físico del base. La otra clave es que Randolph juegue. Es decir, que participe. Que no se lo coma el pánico escénico y haga lo que se sabe que puede hacer. Si consigue esos puntos, sus chances de pasar a la final aumentan. Y ahí, ya nada de lo que pasó en el año tendrá peso.