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El gesto menos conocido de Michael Jordan

16:46 21/08/2020 | David Rothenberg sufrió quemaduras en más del 90% del cuerpo luego de que su papá le prendiera fuego. Michael le dio un día de felicidad total.

David y Michael (Foto: Furiagris)

Quemaduras de tercer grado en más del 90% de su cuerpo, convulsiones, amputaciones de varios dedos, manos y pies, más de cientos injertos de piel y un rostro completamente desfigurado. Este fue el desenlace de David Rothenberg, un pequeño que tenía seis años cuando su papá, Charles, intentó quemarlo en una habitación de un motel en Buena Park, California, el 3 de marzo de 1983, por una discusión telefónica con su exesposa.  

 

David sobrevivió de milagro y, siete años después, ocurrió otro episodio que rozó lo inverosímil. El pequeño ya tenía 13 y era fanático de Michael Jordan y Chicago Bulls. Los de la Ciudad del Viento jugaban contra New Jersey Nets y el escolta se enteró de lo que le pasó y de su admiración hacia él y el equipo. 

 

“Escuché que quería ver un juego de los Bulls y conocerme, así que arreglamos que viniera esta noche", había comentado Michael en una entrevista con el Chicago Tribune un día después del partido. David llegó una hora antes del choque para encontrarse con Jordan y derrochaba felicidad. Le autografiaron su pelota, conoció el estadio de uno de los mejores conjuntos de todos los tiempos y se dio el lujo de ver el encuentro en el banco de suplentes del equipo.  

 

A Michael lo capturó su figura y entendió al conocerlo que debía darle la mejor noche de su vida. No importó ni siquiera que los árbitros no quisieron dejarlo sentarse con los jugadores. “Él está en el banco", fue todo lo que les dijo Jordan. Nadie lo iba a mover de ahí. "¿Te gustó ese tiro? ¿Cómo te gustaría que anote ahora?", eran las preguntas que constantemente le hacía el escolta a un David que estaba completamente hipnotizado por el trato de su ídolo.  

 

Victoria mediante (110-107), David y Jordan vivieron una velada única que, quizás, le permitió al primero transcurrir después una vida tranquila, adentrándose en el mundo artístico y musical. Lamentablemente Rothenberg murió el 15 de julio de 2018, cuando tenía apenas 42 años, a causa de una neumonía.  

 

Alejado de todos los males hoy descansa en paz y aquel partido tal vez fue su mayor regocijo. Esa noche en la que su sonrisa nunca más se borró.  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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