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Boston se prende fuego tras la eliminación en las semifinales de la Conferencia Este ante Milwaukee por un 4-1 global. Desde hace unos días ya está sobre la mesa la situación de Kyrie Irving, que será jugador libre este verano y ya no tiene lugar en este plantel, según algunas fuentes cercanas al equipo. Además, el base que llegó proveniente de Cleveland no tuvo un buen nivel en playoffs y sería del gusto de varias franquicias que buscan reforzarse en la agencia libre.

En este contexto y con los Celtics lejos de su mejor nivel, Terrier Rozier declaró sin tapujos: “Ha sido difícil gestionar todo el talento que teníamos. Jugadores que tienen más protagonismo, otros que quieren el suyo, y esas cosas. No debe haber sido fácil para el entrenador tratar con tantos jugadores que quieren ser grandes a base de mirar primero por sí mismos”. Sobre su situación particular declaró: “Ha sido un año muy duro para mí. He tenido que lidiar con muchos comentarios, pero me importa una mierda lo que digan. Me he sacrificado más que nadie”.

Una de las voces más esperadas tras la eliminación era la del entrenador Brad Stevens: “Sé que no hemos estado a la altura de las expectativas y que la temporada ha sido una montaña rusa, y no ha sido fácil”. Y continuó: “Pero creo que la plantilla ha demostrado mucho carácter en momentos difíciles y ha sabido mantenerse unida. Simplemente no hemos podido rendir tan bien como todo el mundo esperaba”.

Si bien todavía no es momento de pensar en la próxima temporada, Boston deberá tomar algunas decisiones respecto a su planitilla, teniendo en cuenta la posible salida de Kyrie Irving sin nada a cambio y algunas otras situaciones. Al Horford tiene una opción de jugador por un valor de 30 millones de dólares y Aron Baynes por 5.45 millones de dólares. Si ellos dos y Irving (poco probable) ejecutan sus opciones, los Celtics tendrían 55 millones ocupados para la temporada 2019-20, con solo tres piezas. Sin olvidar los 32.7 millones de dólares asegurados de Gordon Hayward.