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El sol te da y te quita. ¿De qué manera? Estéticamente pasarse horas allí puede ser beneficioso para las personas. Sin embargo, los efectos son nocivos al largo plazo por la exposición continúa a los rayos ultravioletas, especialmente si no se usa protector. 

En el básquet se escucha muy a menudo que algunos jugadores son de doble filo, porque, como un cuchillo, pueden cortar y hacer daño tanto a otros como a uno mismo. Pero en este contexto lo más acorde quizás sea el sol. Por momentos suena bien, pero si no hay resguardo puede ser perjudicial para el cuerpo humano. 

Duncan Robinson es el mejor ejemplo y, sin ánimos de criticar, es nodal analizar cuál es su parte negativa dentro del entramado de Miami. En ataque, por supuesto, no está el problema. Lo suyo es en defensa, donde viene sufriendo de diferentes y variadas maneras en las finales de la temporada 2019/20. 

Cronológicamente hablando, Miami empezó en defensa la serie probando la zona y los traps al portador en el pick and roll, para luego meter en casi tiempo completo la primera variante mencionada en el segundo juego. 

En el tercer punto llegó el ajuste. ¿La clave? Evitar cambiar en las cortinas cuando el defensor secundario era débil y el que tenía el balón para recibir el pick era LeBron. En los juegos anteriores los objetivos de James, quien inteligente leía cómo, cuándo y dónde lastimar, fueron Robinson y Herro, pero en ese choque Spoelstra supo mitigar el veneno curando esa herida puntual.

Algo similar ocurrió en el último encuentro, pero con detalles diferentes. Como bien explicó el entrenador de San Martín, Diego Vadell, el Heat propuso cambios permanentes solo entre buenos defensores, para exponer a los débiles con la defensa show, doblando en el poste desde el pasador a James y desde el fondo a Davis. 

Y los Lakers supieron esta vez responder, metiendo varias acciones que contrarrestaron esa variante, quedando lejos la recuperación para los más débiles y forzando a que se queden con los que no eran sus asignaciones primarias. 

He aquí de nuevo el problema de Robinson, que nuevamente quedó expuesto y a la merced de los atacantes de los Lakers. Entre todos esos emparejamientos, quien más lastimó a Duncan fue LeBron, que hasta el momento le anotó en la serie 16 puntos durante los efímeros 3:47 minutos que lo tuvo enfrente. 

Detrás de James estuvieron Rondo y Caldwell-Pope, que le anotaron 9 puntos cada uno durante el tiempo que estuvieron emparejados en estas finales. A su vez, el tirador también tuvo que defender a Kyle Kuzma, Danny Green y Alex Caruso, y todos ellos le anotaron al menos dos tantos cada uno respectivamente. 

Sin caer en estadísticas avanzadas más generales, estas cifras reflejan el sector en el que Robinson deberá mejorar en los próximos años porque, al fin y al cabo, en este básquet moderno ya no basta con ser bueno en solo una cosa. Hay que saber hacer de todo un poco, cual hormiga, sin ser el sol, más bien un bronceador.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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