LNB 2014/15

Atenas exhibió sus credenciales ante Boca Juniors: 76-66

22:01 02/10/2014 | Con un juego más afinado, una defensa impecable y una ofensiva con muchas variantes, los cordobeses debutaron con un triunfazo en el Luis Conde.

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Bruno Lábaque, una de las figuras del triunfo de Atenas en La Bombonerita (Foto: ligateunafoto.com).

Con un gran juego colectivo, una defensa impecable y una ofensiva rica en variantes, Atenas demostró chapa de candidato al imponerse a Boca Juniors por 76-66, en condición de visitante, en su debut en la Liga Nacional 2014/15.

Los cordobeses se apoyaron en el rendimiento individual de Bruno Lábaque, Juan Manuel Torres, Fernando Malara, Juan Manuel Rivero, Demian Filloy y Gabriel Mikulas. A pesar de la rotación, el juego del griego mostró pocas fisuras, salvo cuando se vio presionado y sufrió algunos pasajes de sequía, el más grave en el último cuarto y que le pudo costar la victoria.

Lo de Boca fue escaso, o más bien pobre, salvo cinco minutos del primer período, y otro cinco en el final del partido. Dentro de un compendio de irregularidades, apenas se puede rescatar el trabajo de los bases Jonatan Treise y Lucas Faggiano, algunas acciones de Matias Sandes y el goleo de Darnell Riley.

El primer cuarto fue mentiroso para lo que se vio dentro de la cancha, porque Atenas manejó el ritmo y fue mejor, pero no pudo plasmar esa superioridad y terminó perdiendo por uno. La premisa de los de Arrigoni fue asegurar los puntos cerca del aro, y así estamparon un parcial de 6-0 en solos dos minutos. Con una defensa que lució muy sólida, y bloqueando el rebote en su propio tablero, el griego fue imponiendo el ritmo.

La salida de Lábaque y un grosero error de la mesa control al convalidar un triple de Treise fuera de tiempo, le permitieron reaccionar al dueño de casa. A partir de ahí se vio a un Boca más agresivo, con muchos cortes hacia el cesto y logrando segundas instancias en ataque. Con cuatro puntos seguidos de Faggiano, el local empató el partido por primera vez (17-17), y con un triple agónico de Calderón, pasó al frente en el cierre del cuarto: 20-19.

Sin embargo, hasta allí llegó el efímero dominio de un conjunto xeneize que nunca más pudo estar al frente en el marcador. La presión de los cordobeses y ciertos apresuramientos, que le provocaron una sequía alarmante, comprometieron a un Boca que debió remar de atrás hasta el final. Atenas retomó el control, y a fuerza de triples (dos de Rivero y uno de Lábaque) recuperó la ventaja. Salvo Riley, nadie sacó la cara en un equipo confundido que apenas anotó 7 puntos en 10 minutos. El griego con más variantes redondeó un gran segundo cuarto para irse al descanso largo ganando por trece: 27-40.

La segunda parte no pudo comenzar mejor para los cordobeses, que siguieron estirando la diferencia en base a su mejor juego colectivo. A pesar de las constantes rotaciones, Atenas mantuvo el mismo ritmo, es más, se fue potenciando con el correr de los minutos. Torres siguió lastimando en el poste bajo, Filloy aportó una interesante producción, Malara destacó en defensa, Mikulas fue un buen relevo, y Lo Grippo se encendió con los lanzamientos de larga distancia. La máxima llegó a ser de dieciocho (36-54), pero dos triples seguidos de Treise le dieron un poco de aire al Xeneize. A partir de ahí cambiaron los roles, el local se paró mejor, forzó dos pérdidas, y con un parcial de 10-2 volvió al partido antes de ingresar al último capítulo: 48-58.

Atenas mantuvo la diferencia en gran parte del cuarto final, precisamente cuando Lábaque estuvo en cancha para darle orden al equipo y abastecer a sus compañeros. Parecía que los dos puntos estaban seguros cuando ganaba por quince (50-65), pero el desgaste del base y los cambios obligados del griego le abrieron la puerta a Boca. El ingreso de Weigand endureció la defensa del local, que puso en serio aprietos a los de Arrigoni.

Atenas se quedó sin gol y sin variantes, lució confundido por primera vez, y estuvo cinco minutos sin anotar. Boca lastimó seguido en el poste bajo con Riley, Sandes y el mismo Weigand para ponerse completamente en juego. Cuando la presión era más notoria y había que dar el golpe, Sandes falló dos libres que podrían haber dejando a Boca un punto. Quedaba 1m10s en el reloj de posesión, Atenas forzó una pérdida en su campo y cortó la sequía con un doble de Luciano González bajo el canasto.

El griego respiró con esa acción, se paró mejor en la siguiente ofensiva y volvió a recuperar la pelota tras una tapa tremenda de Lo Grippo, quien terminó asegurando el partido desde la línea.

Fue justo el triunfo cordobés, pero no debió sufrir tanto después del juego impecable que realizó. Pero se quedó sin gol, y por la desesperación de su adversario la victoria se mantuvo en suspenso hasta el final. Lo de Boca es más preocupante, no tuvo juego de equipo y sus individualidades estuvieron por debajo de su nivel.

Roberto Martín
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Síntesis
Boca (66): Jonatan Treise 10, Isaac Sosa 2, Fabián Ramírez Barrios 6, Matías Sandes 10 y Dornell Riley 18 (Formación inicial); Nicolás Copello 1, Axel Weigand 4, Pedro Calderón 3, Lucas Faggiano 11 y Lucas Gargallo 0. Entrenador: Ronaldo Córdoba.
Atenas (76): Bruno Lábaque 14, Juan Rivero 13, Fernando Malara 7, Lo Grippo 10 y Juan Torres 9 (Formación inicial); Gabriel Mikulas 10, Luciano González 5, Demián Filloy 8, Matías Bortolín 0 y Alvaro Merlo 0. Entrenador: Marcelo Arrigoni.
Cuartos: 20-19, 7-21, 21-18 y 18-18.
Arbitros: Diego Rougier y Mario Aluz.
Estadio: Luis Conde, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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