Informe

¿Y si la Liga 2020/21 termina no siendo mala?

22:39 10/08/2020 | En dos semanas, a partir de la primera movida en el mercado de pases, se activó un mecanismo de optimismo que hizo variar algunas presunciones.

Nada de lo que viene sucediendo hace cinco meses es natural. Ni acá ni en el resto del mundo. Si hablamos de deporte profesional, es cierto que ha habido excepciones (acb, NBA, fútbol en algunos pocos lugares, algunos otros torneos contadísimos), pero la regla general es que no hay actividad. Y eso genera nervios, impaciencia y, sobre todo, una gigantesca incertidumbre. 

En la Argentina, y particularmente en la Liga Nacional, si bien ya hubo otras grandes crisis no deportivas que afectaron a la competencia (híper, 2001, etc), la sensación en este caso fue de un gran abatimiento en relación al futuro. Es entendible. Esto está mal, va a estar peor y no tiene arreglo. Durante varios meses, no había luz al final del túnel. Un tiempito se esperó que volviera la Liga, pero después, nada. 

Entonces empezaron varios jugadores a fichar en México, otros en Uruguay, alguno en Europa o Brasil, Mata en Japón. La sensación se acrecentó. No vamos a tener jugadores para la 2020/21. No va a venir ningún extranjero. Se van a ir todos los buenos al extranjero. Vamos a terminar jugando con chicos y veteranos. De diván. 

Pero hace dos semanas, algo cambió. El 27 de julio, San Lorenzo salió al mercado importante y fichó a Kevin Hernández. Hasta ahí, estaba todo prácticamente congelado. A los pocos días se quedó con Maldonado, después Boca contrató a Gonzalo García, cerró Tabarez en Regatas, De los Santos y Schattmann llegaron a Boca, Ramírez Barrios a Quimsa, Orresta a Gimnasia, y así. 

De repente, el aletargado mercado renació del pozo y tomó vida. Y sigueron las renovaciones, fichajes importantes (Santander, Whelan, Romano, Arn, etc), pero sobre todo se cambió la mirada y el espíritu. Y se notó en varios jugadores fichando para equipos cuando vuelvan de México o de Uruguay, y otros que directamente no pensaron en irse porque quieren ganar la Liga, como Cosolito.

Incluso, en apenas dos semanas, varios ya empiezan a analizar el tema de traer extranjeros. No serán los de 15.000 o 20.000 dólares de los últimos años (valores que eran un despropósito total, por cierto). Ni de 10.000. Quizá alguno de 5.000 o de 7.000, por seis meses, o cinco. Los propios extranjeros mandan mensajes a veces para decir "miren que yo quiero jugar allí eh, podemos negociar el salario". Los melones se empezaron a acomodar en el camión, como decía Najnudel. 

Nos dimos cuenta que hay torneo, que hay clubes que quieren ganar la Liga, que las complicaciones serán quizá peores que nunca, que posiblemente tengamos un torneo entero sin público, que habrá que achicarlo porque quizá hasta el 2021 no pueda empezar. ¿Habrá muchos jóvenes que en otras circunstancias no hubiesen llegado a la A? Sí, sin dudas. ¿Habrá muchos de la Liga Argentina que no hubieran tenido lugar en situaciones normales? Absolutamente. ¿Los extranjeros serán peores y menos que en años anteriores? Inevitablemente. 

Que son demasiados equipos en este momento donde los recursos son más cortos que nunca ya es casi una visión unánime que sí. Debería haber menos. Debería servir esta crisis para aprovecharla y sacar más conclusiones. Ojalá los clubes y la organización lo hagan. Lo que queda claro es que la Liga está más allá de todo. Es una sobreviviente. Casi inmortal. Tampoco es cuestión de arriesgar demasiado. Pero menos de hundirse en los lamentos. Esta pasará, como todas. Dolerá, pero pasará. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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