La derrota ante México había dejado a muchos con dudas sobre la concentración de Argentina en los Panamericanos y, para eso, era fundamental retomar la línea ante un rival difícil como Estados Unidos, joven pero atlético y con grandes tiradores. Las dudas quedaron eliminadas rápidamente y Argentina logró el pase a la final con una clase de juego, que terminó con paliza: 114-75, para jugar su primera definición panamericana en 24 años.
Argentina comenzó el duelo contra Estados Unidos con intensidad defensiva sobre la primera línea y mucha movilidad en el aspecto ofensivo. Quedó claro que el enfoque era otra en las primeras tres posesiones. Los norteamericanos lastimaron con el uno contra uno, especialmente con Powell, pero la selección nacional se alejó a siete puntos (17-10) con una racha 4-0 comandada por un Gabriel Deck indetenible (sumó ocho de los primeros 17). La mala noticia radicó en que Scola y Campazzo llegaron a dos faltas acumuladas cada uno luego de poco más de seis minutos de juego. Argentina sacó rédito de doble dígito (25-14) con un triple de Nico Brussino y una técnica aprovechada. Mantuvieron la ventaja durante el resto del período y se fueron al primer descanso 29-18 arriba, con 12 puntos de Deck y una defensa que negó rotundamente el triple del rival.
Los dirigidos por Sergio Hernández mantuvieron la intensidad en el inicio del segundo cuarto y una buena circulación ofensiva que aprovecharon Deck y Delía para seguir sumando. Tras un período de desatenciones y en el que se jugó a lo que quiso Estados Unidos, Nico Laprovittola clavó un triple que y Garino un doble con falta que estampó el 43-25 en la medianía del cuarto. Justamente estos dos jugadores fueron los que comandaron un pasaje de muy buen básquet argentino sobre el final del primer tiempo. Con un Lapro totalmente encendido desde el tiro exterior, Argentina se fue al entretiempo 61-36 arriba en el marcador. Los norteamericanos, 0/6 en triples y una muestra de la intensidad de la primera línea albiceleste.
El tercer cuarto comenzó de manera inmejorable: robo y volcadón de Garino, tras asistencia de Campazzo. La racha se extendió hasta el 7-0, con el que se alejaron 68-36 en poco más de un minuto. Los minutos siguientes fueron los del Momento Campazzo y a partir de él Argentina creció enormemente su volumen de juego y Gabriel Deck lo aprovechó para seguir sumando a su cuenta personal. A mediados del cuarto la diferencia ya superaba los 30 puntos: 80-47. Estados Unidos estaba desbordado por el trabajo defensivo argentino y no encontró nunca una buena opción de tiro, especialmente con el triple denegado, en el que llegó a estar 1/17, cuando venía liderando el torneo en cantidad de anotaciones (10.7) y porcentaje (36.8).
Con el transcurso del tiempo la diferencia no hizo más que crecer como consecuencia de que Argentina pudo mantener su gran momento, tanto defensiva como ofensivamente. Argentina mostró credenciales ante uno de los equipos más fuertes del torneo y no solamente los superó con comodidad, sino que además no le permitió ningún tipo de reacción. Así, los de Sergio Hernández llegaron a la final de los Juegos Panamericanos (el rival será Puerto Rico) con las mejores sensaciones y con varios puntos altos. El resultado final fue 114-75 con varios actores destacados: Deck (23 puntos), Laprovittola (18, 15 en el segundo cuarto), Scola (17) y un fenomental Garino (14 y mucha tarea que no se ve en los números).
Juan Martín Orellano (enviado especial a Lima, Perú)
[email protected]En Twitter: @basquetplusEn Twitter: @JuanmaOre22
