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Argentina lleva una Americup con dos triunfos en igual cantidad de presentaciones y un rendimiento que ha sido constante y mostrando cosas interesantes en busca de encontrar su línea de juego. En este sentido, analizamos tres aspectos que hasta el momento aparecen como característicos del ciclo de Pablo Prigioni y que lo convierten en un equipo candidato.

El juego colectivo y el pase extra

El quinteto albiceleste está habituado a un juego veloz, pero como el propio entrenador expresó: “Jugar dinámico no significa tirar rápido, es moverse y jugar con el pase”. Y vaya si lo está haciendo bien, con 25 asistencias en 35 conversiones ante Islas Vírgenes, y 26 en 33 frente a Puerto Rico. Números que hablan por sí solos.

Además, aunque el trío Campazzo-Laprovittola-Deck es determinante con 54.5 puntos de promedio entre los tres, otros cinco jugadores promedian entre 7 y 8.5 unidades, encontrando variantes desde la segunda unidad y alargando el equipo sin que se resienta el rendimiento.

La intensidad defensiva y el contragolpe

Si hay algo que caracterizó siempre a esta camada ha sido su fuerte contracción a la defensa y la capacidad para correr al contragolpe. En este sentido, en el debut anotaron 30 puntos por la vía rápida a partir de 9 robos, mientras que frente a los puertorriqueños encontraron 10 unidades en 10 recuperaciones de balón. Además, llevan 29 puntos de segundas chances.

La concentración

El equipo argentino tardó un cuarto en comenzar su dominio ante Islas Vírgenes, mientras que frente a Puerto Rico lo logró con una ráfaga a mediados del tercer capítulo. Siempre tuvo paciencia para encontrar su momento.

Después del debut, el entrenador remarcó que “la mentalidad que tuvimos cuando nos alejamos en el marcador y no nos relajamos, seguimos de la misma manera, eso me encantó, y la manera en que nos pasamos el balón, cómo circulamos la bola de un lado para el otro, seguíamos buscando y creando situaciones de un compañero para otro”.

Además, Pablo siguió esa línea luego del juego ante Puerto Rico: “Tuvimos la paciencia para esperar nuestro momento en el tercer cuarto y no bajamos la intensidad”.

El no sacar el pie del acelerador y mantener la intensidad, independientemente de los nombres, se nota que intentará ser una marca registrada de un equipo que solo lleva dos partidos con su nuevo entrenador, pero que estas cuestiones parecen transformarse en un sello.

Alejandro Malky / [email protected] (Enviado especial a Recife)
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