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El juego entre Peñarol y Riachuelo marcó el final de la temporada de los marplatenses, pero también el cierre de su etapa en la Liga Nacional de Federico Marín. En este contexto, cerró una carrera de 873 partidos, que lo ubicó entre los 12 de mayor cantidad en la historia de la competencia.

Profesional desde 1998, cuando debutara en Estudiantes de Olavarría, esta temporada fue uno de los más longevos de la máxima división argentina. Ni hablar si se cuenta que se fue a los 15 años de Buenos Aires a jugar como reclutado al Bataraz. En la Liga disfrutaron del Pájaro, además de los olavarrienses, Belgrano de San Nicolás, Quilmes, Argentino de Junín (su único año en el TNA), Independiente de Neuquén, Quimsa, La Unión de Formosa, Quilmes de Mar del Plata, Estudiantes de Concordia, Ferro, San Lorenzo y Peñarol, que disfrutó los últimos vuelos del pájaro.

Ahora estará el sueño final, el de jugar el próximo Prefederal de Buenos Aires con Estudiantes de Olavarría junto a su hijo. “No creo que el cuerpo me de para seguir jugando. Tengo como objetivo cumplir un sueño más en el básquet que es jugar con mi hijo, estar dentro de una cancha con él. Se lo prometí y espero poder cumplirlo” expresó a la cuenta oficial de Peñarol.

“Es un poco de tristeza, el año pasado me había despedido un poco porque sabía que podía jugar el Prefederal y había que ver qué pasaba. Con 42 años uno nunca sabe si tiene la chance de jugar una Liga más. Tuve la oportunidad y traté de aprovecharla, fue un año bastante raro para mí, una lesión muy temprana que por no querer parar la estiré demasiado y me impidió rendir” cerró.