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En Portland Trail Blazers, quienes se adentran en una pretemporada decisiva, se adelantaron a la apertura de la agencia libre el viernes y renovaron a Jerami Grant. Sin embargo, la renovación de Grant puede no ser suficiente para satisfacer a la superestrella Damian Lillard.

Poco después de conocerse la noticia del nuevo acuerdo de Grant con los Trail Blazers, Chris Haynes dijo en NBA TV que el movimiento para mantener al alero de 29 años no "apaciguaría" a Lillard, añadiendo que el equipo necesitaba hacer más. Lillard no tuvo reparos en afirmar que quiere un equipo más sólido a su alrededor en Portland. Haynes confirmó los deseos de Lillard a primera hora del viernes.

"Quiere ayuda veterana. Quiere un equipo que pueda competir por un campeonato ahora mismo", dijo Haynes, vía NBA TV. "Así que eso es lo que está instando a hacer a Portland Trail Blazers”. Sin lugar a dudas, Grant no es el fichaje bomba del verano que esperaba, pese a que sí necesitaban traerlo de vuelta.

Lillard tiene 32 años y sólo ha jugado 87 partidos en las dos últimas temporadas. Con dos años restantes en el contrato de cuatro años de Lillard, el tiempo se está acabando para que los Trail Blazers construyan un equipo de calibre de campeonato a su alrededor. Volver a fichar a Grant es un excelente primer paso, aunque el precio sea elevado. Según Shams Charania de The Athletic, Grant y los Trail Blazers acordaron un contrato de cinco años y 160 millones de dólares.

El problema es el siguiente: con esta firma, de más de 30 millones anuales por un jugador que ni siquiera es un All-Star, Portland pudo haberse disparado en el pie a sí mismo. Se comió espacio salarial y le sobre pagó a un jugador que, francamente, no merecía ese contrato. 110 millones (20 anuales) hubiera sido un precio justo, ya que era su salario anterior con Detroit cuando los Pistons se lo llevaron por más de su valor. Pero darle 50 millones extras… Simplemente nadie iba a estar dispuesto a darle al menos 120 millones a Grant.

Además, los Blazers cuentan con contratos altos como el mismo Dame o Nurkic, además de la extensión de Anfernee Simons. Los demás deben ser contratos muy bajos que no lograrán crear un impacto suficiente como para luchar por la contención. Se entiende poco el enorme monto que le dio Portland a Jerami, pero quizás tienen algo pensado bajo la manga y luego lo traspasan por alguien bastante mejor. De momento, no es suficiente y parece un paso en la dirección contraria.