Shaq y la intrahistoria de su llegada a los Lakers
14:00 21/08/2021 | "Solo quiero jugar, tomar Pepsi y usar unas Reebok", fue la frase de O´Neal que simplificó el fin de una ruidosa época. Se venía lo mejor.
En 1992 se presentó al Draft de la NBA. No había dudas. Shaq era el prospecto más dominante de su época y pocos se animaban a presagiar que no explotaría en una liga hecha para su juego. El Magic fue el equipo que tenía la primera selección de ese año y tampoco titubeó en elegir al gigante que les traería luego nuevas alegrías.
Tal fue su calidad que en su primera semana en la NBA deleitó a todos, humillando rivales y rompiendo cristales. Durante su temporada de novato, O'Neal promedió 23,4 puntos, 13,9 rebotes y 3,5 tapas que dejaron en claro que el titán estaba en su hábitat natural. Pero Shaq también empezaba a conocer por primera vez las derrotas y Orlando terminó la campaña con un balance de 41-41 que no le permitió clasificarse a los playoffs.
En las próximas tres temporadas esto cambiaría paulatinamente y la llegada de Shaq se complementó con la de Penny Hardaway, el talentoso guardia que arribó a la franquicia de Florida un año después cuando el Magic lo recibió luego de un traspaso con los Warriors, el equipo que lo seleccionó (1993).
Sin embargo, esa esperanza fue transformándose en incertidumbre y la dupla de O´Neal y Hardaway se desgastó como la suela de una zapatilla con el correr de los veranos. En 1996 el pivote fue incluido en el seleccionado de Estados Unidos que competiría por el oro en los Olímpicos de ese año y mientras el equipo se entrenaba en Florida el diario Orlando Sentinel publicó una encuesta en la que se preguntaba si el Magic tenía que despedir a su entrenador para que Shaq se quede en la franquicia.
Los cantos de sirenas de las otras escuadras seducían a Shaq y todos lo sabían. Era el agente libre más codiciado de la temporada baja y por primera vez desde su paso por LSU que estaba completamente solo en lo que a la defensa de un equipo se tratase.
"¿Shaq vale 115 millones?", decía la publicación del Orlando Sentinel. El 91.3% de los encuestados dijeron que no y eso fue todo. El pivote estaba listo para marcharse. Así fue durante el primer entrenamiento del equipo de Estados Unidos en los Juegos los medios especializados comunicaron que el nuevo destino del interno eran los Lakers. ¿El monto? Casi nada: 121 millones de dólares por siete temporadas. "Estoy cansado de escuchar hablar de dinero, dinero, dinero, dinero, dinero. Solo quiero jugar, tomar Pepsi y usar unas Reebok", fue la frase de O´Neal que simplificó el fin de una ruidosa época.
En los Lakers por fin encontró ese cálido lugar en el que podía ser el líder y dedicarse simplemente a jugar y divertirse. Sus primeros años fueron de adaptación, pero a partir de la llegada de Kobe Bryant a la liga en 1996, los californianos empezaron a construir su dinastía. Finalmente, en el 2000 llegaría el primer festejo, cuando Los Ángeles se coronaron campeones tras vencer a los Pacers. Después la dupla consiguió dos anillos más (2001 y 2002) y por tres temporadas reinaron en la NBA.
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