La insólita razón por la que Jermaine O’Neal no continuó en el Heat
22:00 22/05/2022 | El ala pivote estaba Miami en busca de su anillo en la temporada previa a la llegada de LeBron. Tenía todo para renovar y ser parte de ese tridente ganador, pero no pudo con la alacena.
Jermaine O’Neal es de esa gran cantidad de jugadores que lo dieron todo, eran buenos, pero se fueron de la liga con la valija vacía de anillos de campeones. Pero para ganar hay que se parte de un equipo contendiente y en escasas ocasiones el ala pivote estuvo en uno con aspiraciones, más allá de los Pacers del 2003/04 perdiendo la final del Este con los Pistons y el de la temporada siguiente cuando el episodio de la gresca con los fans de Detroit hizo añicos el sueño de campeón con las suspensiones, que además, lo marcó para siempre.
La vida básquetbolística le estaba dando un segunda oportunidad, cinco años después con 31 años, en una edad interesante para demostrar su madurez como jugador, pero no pudo con el trabajo invisible según les contó en una charla relajada a Quentin Richardson y Darius Miles en Knuckleheads Podcast. O’Neal era parte del Heat desde hacía dos temporadas y en el verano del 2010 debía renovar con el equipo, a sabiendas de que a Miami venía LeBron James sediento de títulos, una chance inmejorable para conseguir su anillo, pero abrió la alacena.
“Les voy a hacer honesto. Yo iba a volver con Miami en el 2010, ellos querían renovarme y sabía que venía LeBron en el verano. Pero la realidad fue la siguiente y no se la pude contar a todos. Estaba un poco excedido de peso (8 por ciento de grasa coporal de más) para ser un hombre grande. Recuerdo haber ido a la alacena a la noche, ver a las Oreos y ellas mirarme a mí. No pude, yo estaba en un batalla diaria sobre qué podía comer y qué no. Yo estaba asi como ‘hermano, tengo más de 30 años, no puedo estar pasando por esto. Estoy demasiado viejo para estar en un debate de si quiero una Oreo o no’. No podía seguir con esa mierda, así que esa fue la razón por la que me fui de Miami”, recordó JO.
Si bien el Heat no pudo coronar en la primera temporada de LeBron en el big three, cediendo ante Dallas, luego fueron dos campeonatos consecutivos y seguramente que hubieran contado con Jermaine, quien se fue a Boston para luego ser vencido por Miami en las dos temporadas siguientes, la segunda para ser campeón ante Oklahoma.
Si bien no se puede adjudicar a una Oreo la chance de no haber sido campeón de la NBA, O’Neal con el diario de lunes debe estar arrepentido de haber abierto esa alacena en el verano del 2010, cuando las galletitas le guiñaron un ojo y con ellas se fueron los sueños de descorchar un champagne al lado de LeBron y con el trofeo Larry O’Brien en sus manos.
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