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Un trote como cualquier otro. Un sonido que no fue tal, como un grito adentro del mar. Un dolor invisible. Facundo Campazzo sintió una molestia y debió retirarse del juego ante los Lakers en el Staples Center. Se prendieron las alarmas, pero, afortunadamente, la lesión no pasó a mayores. En una liga como la NBA, en la que los partidos son infinitos, el cuerpo pasa factura y quizás al argentino le llegó la cuenta. 

¿Superposición de torneos? ¿Múltiples juegos? ¿Exhaustivos partidos? Tal vez todo se juntó para el cordobés, quien hace mucho viene compitiendo sin descanso, desde que empezó la temporada 2018/19 con el Madrid, hasta el Mundial de China y los continuos torneos en España, todo sumado a la pretemporada NBA con Denver y los primeros encuentros de la 2020/21.

En total, el armador lleva 192 partidos disputados desde la temporada 2018/19. En aquella campaña el cordobés compitió en 80 juegos entre la acb, la Copa del Rey, la Supercopa y la acb, mientras que en la 2019/20 participó en esos cuatro torneos, sumando 59 choques. 

Además, en el Mundial de China 2019 el argentino jugó ocho partidos, llegando hasta la última instancia del certamen, en el que los criollos perdieron ante España en una final que sesgó lo que fue un excelente torneo para los domésticos. 

Tras eso, en la 2020/21 no tuvo pausa y antes de irse a la NBA participó en 22 encuentros con el Real Madrid, en el marco de la acb, la Euroliga y la Supercopa de España. Después arribó a los Nuggets y compitió, primero, en tres choques de pretemporada, para luego jugar en 20 cotejos de la regular. 

Quizás tiene algo que ver la cantidad de juegos. Tal vez no. Lo que sí es seguro es que muchas veces no se dimensiona el esfuerzo que hace un deportista y la cantidad de desgaste físico y mental que conlleva vivir en el profesionalismo. Campazzo no es la excepción. Ojalá sea solo un susto y el cismo no tenga réplica. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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