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Llegó a la NBA con la pompa de ser un gran goleador, dos temporadas en la prestigiosa Michigan State le alcanzaron para mostrar toda su valía, consiguiendo hitos que ni Magic Johnson había alcanzado en su etapa universitaria como la de ser el mejor Frehsman del año en la Conferencia Big Ten (Jugador de primer año), titularizando 33 de los 34 partidos de la temporada con números de 13.0 puntos, 2.5 rebotes y 2.0 asistencias. En la siguiente campaña sus números se elevaron aún más, pasó a meter 16.5 puntos por encuentro y con ello llegó la decisión de partir antes de tiempo y declararse elegible para el draft del 2014.

Esa buena forma de jugar en sus años universitarios y colegiales, radica mucho en su talento nato y otro tanto en lo heredado y lo perfeccionado en el patio de su casa jugando unos acalorados duelos mano a mano con su madre. Su progenitora, Joy Holmes Harris, fue una estrella en la Universidad de Purdue donde es aún hoy la séptima goleadora histórica de esa institución y además se dio el gusto de jugar una temporada en el WNBA para las Detroit Shocks en el 2000. 

"Jugué contra él hasta los 13 años más o menos, cuando ya empezaba a ser más grande físicamente y me costaba ganarle", expresó Joy en una entrevista contando los duelos con su hijo Gary, donde además de aprender los trucos de su madre, también se encabronaba para ganarle, pero nunca lo logró.

Esas tardes practicando con su madre terminaron por decantar a Gary por el lado del baloncesto, ya que en el High School también se destacaba en el Football Americano como un buen receptor, siendo un ala abierta. Su talento ofensivo lo llevó a convertirse en Mr.Basketball de Indiana (Mejor jugador de la ciudad colegial) con una media de 25.4 en su último año en el Hamilton Southeastern High School, ubicado en Fishers, Indiana.

Las ofertas universitarias estuvieron a la orden del día, Purdue donde su madre es una leyenda quiso llevárselo, pero el joven Gary se decantó por los Espartanos de  Michigan State, donde Tom Izzo hizo su parte. El reconocido entrenador del basquetbol universitario influyó mucho en el desarrollo de Harris joven con mucha capacidad para convertir puntos y con un gran talento para desplazarse en la defensiva, con manos muy rápidas y listas para quedarse con el balón.

El paso por Michigan State fue todo positivo para Harris, demostró con creces lo que podía ser y su nombre estuvo en el candelero de los prospectos más fuertes de cara a la NBA, a pesar de que aún le quedaban dos años de estudio, pero su nombre sonaba para ser elegido entre los diez primeros y por eso que el escolta tomó la desición de declararse elegible tras el segundo año.

La apuesta fuerte en el draft fue positiva, en la posición número 19 del la edición de la lotería del 2014 Chicago Bulls seleccionaba a Gary Harris y lo mandaba traspasado a Denver. Allí, en Colorado comenzaría a escribir su historia profesional, pero con un cambio de paradigma en un detalle del juego no tan destacado en su etapa colegial, la defensa. Si bien en la NBA, tuvo una primer temporada de adaptación, en la segunda emergió con fuerza su juego, ya no solo con su poderío ofensivo, sino también con una férrea defensa y pasó de jugar 13.1 minuto en el primer año a 32.1 en la temporada siguiente, siendo titular en 76 de los 82 juegos.

Esta faz defensiva fue muy bien recibida por el cuerpo técnico y por sus compañeros y hoy en día ya se ha puesto por delante de lo que puede dar en ataque. Su entrenador Mike Malone ha expresado muchas veces que “la afinidad que tengo por Gary es porque es uno de los jugadores de defensa y ataque en la NBA. Muchos mirarán sus números y verán que quizás en un juego que ganamos haya lanzado 1-9, pero estoy seguro que no hubiese ganado si su trabajo”.

También sus compañeros lo han reconocido una y otra vez por ejemplo Jamal Murray indicó: “Es es el que mejor defensor que conozco, me doy cuenta en los entrenamientos. No hay nadie que me defienda mejor que Gary”. Por su parte Will Barton expresó: “Harris es un compañero que pone al equipo en primer lugar, sin importar las luchas ofensivas, siempre lo dará todo a la defensiva, hay que quitarse el sombrero por el trabajo que hace”.

Esta temporada ha sufrido distintas lesiones que lo han limitado un poco, pero es una realidad que junto a Facundo Campazzo pueden ser dinamita en el perímetro, defender duro está entre las prioridades de ambos jugadores. Malone ya sabe lo que puede dar Harris y está más que conforme y por lo visto ya empieza a ilusionarse con lo que da Facu, solo falta tiempo para que conjugue a estos dos tremendos defensores en la misma rotación y Denver gané consistencia en esa faceta del juego, donde en lo que va de temporada aun tiene más en el debe que en el haber.