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NBA

Piñas, patadas y llaves, la otra pasión de Deron Williams

08:40 20/12/2020 | Luego del retiro en 2017, Deron Williams, dos veces medallista olímpico y exjugador de la NBA, se metió de lleno en el mundo artes marciales mixtas, su otra pasión.

Deron Williams, feliz en el mundo MMA

En la infancia hay muchos casos de niños que terminan siendo estrellas en un deporte y que además eran bastante buenos en otros, pero por cuestiones de exigencias competitivas debieron escoger uno por sobre el otro. En el caso de Deron Williams el básquet se impuso por sobre las artes marciales, a pesar de que en el rubro de la lucha, el ex Jazz haya sido muy bueno desde pequeño,  incluso llegando a ganar un campeonato estatal de Texas para menores de 12 años.

“Siempre me gustó la lucha, cuando era joven gané el campeonato estatal de Texas, simplemente tuve que dejar la lucha por el baloncesto porque coincidían con los horarios, pero nunca dejó de gustarme esa disciplina”, describió Williams en una entrevista donde explicó el porqué de su ferviente inclinación al mundo MMA, casi sin atisbo de vincularse o recordar que hasta no hace mucho tiempo atrás el suyo era un nombre importante en el básquetbol.

El baloncesto fue su segundo deporte en aparecer en su infancia/adolescencia y rápidamente ocupó otra parte importante en su vida diaria, justamente porque también se le daba hacerlo muy bien y con ello comenzaron a abrirse puertas. En The Colony High School a menudo sus actuaciones eran muy buenas, el colegio llegó a estar en una semifinal estatal en Texas y de la mano crecía el magnetismo de Deron como atleta basquetbolista, pero con la lucha siempre presente porque el primer amor nunca se olvida.

La Universidad de Illions fue la siguiente parada para Williams donde practicó un basquetbol de alto nivel, aunque, como aseveró mucho tiempo después, no se trataba solo de baloncesto lo que hizo en la universidad y sus compañeros de equipo de aquella época lo saben.

“Luché contra mis compañeros de equipo para hacerles entender que hay diferentes niveles”, sostuvo Williams al momento de recordar su étapa universitaria y luego se refirió a una anécdota con su excompañero y también exjugador de NBA,  Daniel Brown (Wizards, Jazz): “Hablando con Dee un día él me recordó la vez que me retó. Pensó que estaba siendo engreído y que solo hablaba y nada más, para lo cual le hice una toma y lo tuve contra el piso durante quince segundos. Luego lo escuché decir ‘está bien, no voy a meterme contigo’”.

La historia de Williams continúo con la presentación al draft un año antes de finalizar la universidad y la elección número tres de los Jazz, encuadrando una gran carrera de All Star un par de veces y las medallas olímpicas, los títulos de su carrera.

Su vida como jugador de la NBA se fue yendo en fade, como aquellas canciones que no tienen un final musical y que se van cerrando como si fuesen bajándole el volumen. Williams llegó a Dallas y allí resurgió todo otra vez, la lucha recobró fuerza y para ello fue importante la aparición en su vida de Jamahl Mosley, un asistente de los Mavericks, también abocado a la lucha y quien lo invitó al base a probar jiu-jitsu en un octagon MMA.

Con el bichito de la lucha activado nuevamente, conoció a Sayif Saud el dueño del gimnasio y comenzó a forjar una relación que lo llevó a ser socios en el levantamiento del Fortis MMA, unos de los mejores gimnasios del país.

“Que mejor socio que Deron podría tener, ex All Star de la NBA, dos veces campeón olímpico y además conoce MMA. Estoy seguro que si tuviera 25 años estaría peleando a un alto nivel en esta disciplina, no tengo dudas”, destacó Saud el socio de Williams.

“Es algo que disfruto, estoy seguro que no me haré rico por tener el gimnasio, pero la riqueza está encontrar o hacer las cosas que a uno lo haga feliz, disfruto estar con estos jóvenes”, sentenció el armador oriundo de West Virginia sobre su presente y su sentir pleno haciendo lo que le gusta.

Sin dudas que las artes mixtas y el básquet no son compatibles, luchar es poner en riesgo el físico, no solo porque te lastimen una pierna, brazo o mano, sino porque además no se puede contraer ningún golpe en el rostro que lleve consigo una explicación a los jefes de la franquicia. No obstante, Deron en su estadía en Dallas, tras conocer a Sayif tenía sus sesiones de entrenamiento dentro del octagon, eso si con mucho cuidado, pero se daba sus gustos mientras no le llevaba el balón al poste a Nowitzki.

Tras la retirada y como si estuviese esperándolo, Saud y Williams se enfrentaron sin las contenciones de un entrenamiento y subieron el nivel de intensidad, lo que le trae buenos y malos recuerdo a Deron. “Me golpeó con una patada en mi plexo solar y caí casi sin aliento. Me doy vuelta y lo veo corriendo hacía a mí, me grita levántate, luego me golpea tres o cuatro veces. Me incorporó me retiro a la esquina, contengo el aliento, lo miro y nos reimos y por dentro me dijé ¿Qué diablos estoy haciendo ahora? Esto no es básquetbol”, rememoró Deron.

Disfrutar es la cuestión, Deron Williams, como lo hizo en la cancha, le quebró los tobillos al hastío del retiro y en el MMA encontró su felicidad.

Mauro Osores / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

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