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Dentro de la cancha la estrella siempre fue Michael Jordan, pero fuera de ella era Dennis Rodman el que le quitaba por momentos los focos, especialmente cuando éstos se apagaban. Mucho después de sus tiempos de gloria en la NBA, el norteamericano decidió venirse a Argentina para una corta visita. 2014 fue el año y sus recuerdos de esa experiencia siguen latiendo en el corazón de todos los que lo presenciaron. 

Uno de los lugares que visitó el Gusano fue el microestadio Antonio Rotili de Lanús y la gente no lo podía creer. "Estuvo ese día por dos horas para dar una clínica. A nosotros nos avisaron sobre la marcha y teniendo en cuenta la historia de básquet que tiene el club y la cantidad de formativas, nos pareció una gran posibilidad de dejar que venga, no había forma de dejarla pasar", comentó Alejandro Marón, en ese entonces presidente del club, en una charla con Info Cielo.

Despierto y lúcido, el excampeón de la NBA con los Bulls dejó un grato recuerdo y se llevó de regalo una camiseta con su legendario número 91. Además, antes de llegar al club también vivió algo impensado. 

Marcelo Endelli, fotógrafo de la Liga Nacional que siguió a Rodman por tres días en Buenos Aires, recordó el hecho: "Después fuimos al poli de Lanús, desde Chicago, y pasamos por una Villa cercana. Cuando él la vio, preguntó qué era eso y cuando le contaron, hizo desviar a las Hammer para meterse en la Villa, porque quería tener contacto con la gente pobre. El tipo se bajó, sin custodia, pero no nos dejaron hacer fotos de eso. No sé si alguno de la Villa sabía quién era, pero fue muy fuerte la situación. Tremenda. En Lanús otra vez se juntó mucha gente y estuvo bueno".

El conurbano bonaerense ese día fue el United Center y el rojo y negro de Chicago se tiñó de bordó. Las palmas otra vez hicieron ruido en su honor y el básquet, otra vez, se rindió a sus pies.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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