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El Mundial de 1998 por muchos puede ser poco recordado. Sin embargo, podemos decir que fue el inicio de lo que terminaría siendo la GD en la Selección Argentina de Mayores.

Es que aquí se dio el comienzo de un recambio que se profundizaría en 1999 con el Preolímpico. Aquí ya no fue convocado a la preselección Pichi Campana y luego en la concentración fue cortado Jorge Racca. Además, de la vieja guardia fueron parte Marcelo Milanesio, Esteban De la Fuente, Diego Ossela, Patricio Simoni, mientras que desde Europa llegaron Juan Espil y Marcelo Nicola.

A su vez, tomaron relevancia Rubén Wolkowyski, Ale Montecchia y Hugo Sconochini, los dos últimos de la misma edad del colo, pero que no habían tenido participación con Argentina en la etapa de Vecchio. Pero el mayor cambio fue en los jóvenes, con un líder claro como Fabricio Oberto que terminaría siendo el mayor rebotero y parte del quinteto ideal. Es que aquí debutaron tanto Manu Ginóbili como Pepe Sánchez.

Además, en la preseleccion quedaron afuera Andrés Nocioni, Leandro Palladino, Gabriel Fernández, Lucas Victoriano (por problemas personales), Luis Scola y Leo Gutiérrez, todos parte del subcampeón del Mundial 2002, la génesis de la GD. Daniel Pace, que era parte del cuerpo técnico, tuvo una frase en ese momento que sonó apresurada, pero que con el tiempo tomó importancia. “Yo iría con todos los pibes al Mundial”.

Argentina cambió su estilo de juego a un modo más europeo, que le convenía. Los jóvenes se engancharon enseguida con eso porque la mayoría veía su futuro en Europa, y allá se jugaba así. Los de más edad tenían algunas reticencias. Había una gran mezcla entre lo nuevo por nacer y lo viejo por terminar que, aunque los resultados no fueron malos (se llegó a estar 8 puntos arriba del luego campeón Yugoslavia en la mitad del segundo tiempo en cuartos de final), luego haría explotar una situación que derivaría en el surgimiento de la nueva camada.

En ese plantel había 3 jugadores del Sub 22 que empezarían a ocupar un lugar clave. “Oberto jugó muchísimo y era titular, pero Manu y Pepe ya demostraban que estaban al nivel. Cuando terminó el Mundial, incluso, me quedó la sensación de que ambos tendrían que haber entrado más. Manu jugaba arriba del aro”, dijo Lamas en Chapu, Historias de un Guerrero. Ese cambio de idea tendría consecuencias un año después.

Argentina tuvo dos triunfos ante Australia y Nigeria y una derrota en suplementario frente a España. Ya en la ronda final cayó frente a Estados Unidos y Lituania, mientras que venció a Brasil. En cuartos de final perdió el mencionado juego ante Yugoslavia por 70 a 62 y cerró en el octavo puesto luego de perder primero nuevamente ante España por 77 a 64 y ante Lituania por 77 a 76.

Un resultado que puede haber dejado gusto a poco, pero que sentó unas bases sólidas para lo que vendría después. El resto es historia, de la más grande del básquet argentino.

Alejandro Malky / [email protected]
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