NBA

Con el legado de Ginóbili a mano, la clave del buen presente de San Antonio

10:07 02/03/2021 | Los Spurs volvieron a ser competitivos y están en la lucha por los playoffs. En gran parte, se debe a la importancia del banco de suplentes.

La segunda unidad de los Spurs está entre los quintetos más destacados de la temporada (Foto: Getty Images)
Emanuel Ginóbili dejó un legado en San Antonio y la NBA, una liga en la que es difícil ver a un jugador importante dejando de lado la titularidad para llegar desde el banco y dar un impulso de energía al equipo. Su historia como sexto hombre sirve un poco para entender el buen momento de la franquicia, que tiene colgada su camiseta en el techo del AT&T Center.
 
Luego de varias temporadas de vacas flacas en el sur del estado de Texas, los Spurs están ubicados en la sexta colocación de la Conferencia del Este y con cierto aire en la lucha por la clasificación a los playoffs. Uno de los grandes motivos de ese cambio rotundo de una temporada a la otra se debe al aporte de su segunda unidad. 
 
Por lo general, la lista de los mejores quintetos está ligada a los equipos contendientes por el título y representan a la perfección a la liga: cartelera y apellidos de lujo que llevan a sus franquicias a la lucha real por el trofeo Larry O'Brien. Sin embargo, hay una unidad de cinco jugadores que se infiltró. 
 
La segunda unidad integrada por Patty Mills, Rudy Gay, Jakob Poeltl, Devin Vassell y Dejounte Murray se transformó en un problema para todos los equipos de la competencia y los liquidaron a medida que fueron pasando los partidos de la temporada. Pese a llegar desde el banco de suplentes, son el noveno mejor quinteto de la competencia y tienen una plusvalía de 52 puntos en 82 minutos jugados en conjunto.
 
Así es, Gregg Popovich volvió a encontrarle la vuelta para que San Antonio vuelva a ser competitivo gracias a su banco de suplentes. De hecho, los Spurs terminaron entre los diez primeros de mejor banca en todas las temporadas desde 1998 hasta la fecha. Gran parte de ellos por el aporte de Ginóbili. Los iniciales giran entorno a dos estrellas veteranas como DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge y cuando están en cancha sufren una dura desventaja de 10 puntos por cada 100 posesiones.
 
A diferencia de otras temporadas dónde la segunda unidad de los texanos estaba repleta de tiradores que trataban de cambiar el juego desde allí, hoy el banco de suplentes se contruye y saca ventajas de atrás para adelante. La alineación en cuestión reduce la labor ofensiva de los rivales a 80 unidades por cada 100 posesiones, un numero bajo para los estándares de la NBA. 
 
Ese es el métido que encontró Popovich para volver a ser tras una temporada de ausencia en los playoffs de la competencia, que le puso punto final a una racha de 22 apariciones consecutivas. Con el legado de Ginóbili a mano, San Antonio vuelve a ser competitivo. 
 
Tomás Grasso / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @tomassgrasso

Compartir