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James Wiseman llegó a la NBA con un perfil de superestrella, pero su carrera ha sido una montaña rusa de expectativas incumplidas y lesiones devastadoras. El pivote de 2.13 metros fue elegido en la segunda posición del Draft de 2020 por los Golden State Warriors, quienes vieron en él un talento capaz de revolucionar la pintura. Sin embargo, su potencial nunca explotó. Lesiones crónicas y un desarrollo interrumpido le impidieron asentarse como pieza fundamental en los equipos por los que pasó. Su última baja, la rotura del tendón de Aquiles en su debut con Indiana Pacers, marca otro doloroso capítulo.

James Wiseman goes down after a non-contact injury and will not return tonight

Hope he's okay 🙏 pic.twitter.com/j97carLJeZ

— Bleacher Report (@BleacherReport) October 23, 2024

Desde su etapa universitaria en Memphis, Wiseman fue visto como un unicornio: altura imponente, agilidad para correr la cancha y una combinación prometedora de defensa e instinto ofensivo. Sin embargo, apenas jugó tres partidos en la NCAA por problemas fuera del parquet. Su llegada a los Warriors coincidió con un contexto difícil, ya que se esperaba que creciera rápidamente en un equipo veterano que aspiraba a competir por el título. Aún así, en su año rookie logró promediar 11.5 puntos y 5.8 rebotes, pero las lesiones de rodilla y muñeca limitaron su progresión.

Su peor revés llegó en 2021, cuando un desgarro de menisco le hizo perder toda la temporada 2021-22. Golden State decidió traspasarlo a los Pistons en 2023, buscando nuevas oportunidades para él en un entorno menos exigente. En Detroit, Wiseman mostró algunos destellos de su talento, promediando 12.7 puntos y 8.1 rebotes en 63 partidos. Sin embargo, sus problemas de consistencia y adaptación continuaron. Indiana se perfilaba como su oportunidad de renacer, con un rol significativo respaldando a Myles Turner. Lamentablemente, la lesión en su tendón de Aquiles vuelve a truncar sus sueños y lo obliga a otra larga rehabilitación.

El futuro de Wiseman ahora queda en duda. Con apenas 23 años y un físico castigado, su capacidad para cumplir con las expectativas del draft parece cada vez más lejana, teniendo además las comparaciones del resto del top 3 de 2020, Anthony Edwards y LaMelo Ball. Por ahora, James disputó solo 148 partidos en cuatro temporadas, lo que hace difícil que logre consolidarse como la estrella que prometía ser e incluso que se siga confiando en él para armar equipos.