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La Generación Dorada de Argentina fue, por mucho, la mejor camada de la historia del baloncesto albiceleste. Lograron ganar el oro en Atenas 2004 y se mantuvieron competitivos durante un largo tiempo. Sin embargo, siempre hubo un país que fue la piedra en el zapato de este mítico seleccionado.

En el año 2006, Argentina llegaba como candidata a llevarse el Mundial. En semifinales tocaba enfrentarse a España que le había ganado a la albiceleste en la fase de grupos del 2004. El que pasaba se enfrentaría luego en la final a Grecia que venció a Estados Unidos. Con ese panorama, se enfrentaron los 2 países hispanohablantes y, como de costumbre, la moneda cayó del lado de La Familia.

Sobre los últimos segundos Argentina tuvo la posibilidad de llevarse la victoria en las manos de Nocioni desde la línea de tres. El mismo Chapu contó cómo vivió ese tiro: " “En ese momento tenés la cabeza en blanco. No pensé en nada. A mí ni se me ocurrió buscar ir al aro. Yo estaba preparadísimo para que, si me tocaba tirarla, la iba a tirar. No me iba a esconder. Y así fue. Cuando la agarré la sacudí y pensé que entraba. Iba bien, quizá un poquitín torcida, pero la vi adentro. Sinceramente no tuve la sensación de devastación por haber errado el tiro. Tenía la tranquilidad de haber tirado como había que tirarlo. Estaba mal, obvio, pero tranquilo”, relató Nocioni sobre aquel triple fallado que terminó decantando en la victoria española por 75 a 74. 

El jugador clave del encuentro fue un joven Chacho de apenas 19 años de edad, tomó la manija y escoltó a dos figuras determinantes como Jorge Garbajosa y Pau Gasol para totalizar 14 puntos y llevar a los españoles a ganar la semifinal. España volvía a eliminar a Argentina de una competencia internacional, y no sería la última. Los de rojo y amarillo finalmente vencieron a los helénicos en la final y se quedaron con el Mundial.