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Los jugadores estadounidenses en general son buenos no solo en el básquet, sino también en otros deportes. Y como muchos son figuras del fútbol americano en high school, Chase Budinger tiene una historia bien distinta, siendo destacado en el vóley. Y ahora jugará los Juegos Olímpicos de París 2024 en el beach vóley.

Junto a Miles Evans son la 13° mejor pareja del mundo y la segunda de Estados Unidos. Sin ir más lejos, Budinger se destacó en los dos deportes en High School, ya que mientras era MVP del MCDonald’s All-American y el cuarto mejor jugador de su camada en 2006, ya era destacado como el Mejor Jugador del Año en el Secundario en Volleyball Magazine. Sin ir más lejos, logró tres títulos estatales en vóley y hasta rechazó a USC y UCLA cuando le ofrecieron ser parte de los dos equipos.

Y cuando llegó a la NCAA decidió tomar el básquet como su futuro, tomando la decisión de ir a la Universidad de Arizona. “Fue difícil tomar la decisión de dejar un deporte que he practicado toda mi vida. Lo único bueno es que así se planeó. El momento justo fue la parte más difícil. Estaba en esa fase realmente insegura” contó en Yahoo Sports.

Sobre el básquet expresó que “siempre fue mi primer amor. Me encanta la competitividad. Me encanta el aspecto físico”.

En la NBA, Budinger jugó en Houston (compartió equipo con Luis Scola), Minnesota, Indiana y Phoenix. Además, pasó por Baskonia en España y allí decidió dejar de jugar. Al año siguiente debutó en el beach vóley, una rama del deporte que había practicado de joven.

“Cuando su etapa en un deporte ha terminado, muchos jugadores están confundidos y no saben cuál podría ser su próximo paso. Tuve la suerte de poder cambiar a otro deporte y seguir practicándolo al más alto nivel” contó.

Es que, en su infancia en Encinitas, California, tuvo mucho tiempo en Moonlight Beach con su hermano Duncan cuando estaban en secundaria. “Moonlight sigue siendo una de las pocas playas con líneas de corte. La comunidad de playa es como una gran comunidad de voleibol. Conocíamos a todos allí. Si volviera hoy, todavía me encontraría con algunas personas que conozco. Es como una pequeña familia de playa”.