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Dillon Brooks dejó a los Memphis Grizzlies durante el verano. La franquicia de la Conferencia Oeste decidió no ofrecerle al veterano una extensión de contrato. Brooks había estado con los Grizzlies desde que la franquicia lo seleccionó en el draft de 2017. Durante su tiempo en Memphis, se había convertido en un líder en el vestuario y un punto focal en ambos extremos de la cancha.

Su llegada a Houston fue muy positiva, ya que está teniendo posiblemente la mejor temporada de su carrera en términos de eficiencia y está siendo un líder para estos jóvenes Rockets que se encuentran en la parte superior de la Conferencia Oeste, mientras que Memphis, sin Ja Morant, cae en las últimas posiciones.

Sin embargo, al hablar con Sports Illustrated, Brooks comentó sobre su repentina salida, en la cual los Grizzlies lo despidieron de manera poco ceremoniosa y revelaron que no tenían la intención de volver a firmarlo en la agencia libre "bajo ninguna circunstancia", además de haber sido señalado como el motivo de la derrota en la postemporada.

"Lo que no me gustó de Memphis fue que permitieron que eso sucediera para que salieran de sus escondites para apuntarme, y luego yo fui el culpable de todo", dijo Brooks. "Eso es lo que no aprecié. Y luego, en última instancia, creí que iban a venir a mí en privado, como hombres, uno a uno, y decirme algo, pero luego no me defenderían cuando todo salga mal, que no pasó".

Para bien o para mal, este cambio lo encuentra a Brooks teniendo un año revelación en la NBA con 13.7 puntos, 4.2 rebotes y 2.0 asistencias en 9 juegos, además de estar promediando las máximas de su carrera en tiros de campo y tiros de tres puntos, donde liderá la liga.