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James Harden realizó su primera titularidad para los Los Angeles Clippers el lunes contra los New York Knicks. Lamentablemente, Russell Westbrook también fue titular junto a él. Los Clippers adquirieron a Harden de los 76ers, sumándose a otro ex All-Star para unirse a Westbrook, Kawhi Leonard y Paul George. Iniciar a Harden es una decisión obvia, al igual que iniciar a Leonard y George, pero cuando los Lakers iniciaron a Westbrook junto a dos estrellas dominantes con el balón fue para peor.

En la primera temporada de Westbrook jugando con Anthony Davis y LeBron James, el equipo tuvo un récord de 33-49, con el vigésimo tercer puesto en ofensiva de la NBA. Las estadísticas de Westbrook parecían sólidas superficialmente: 18.5 puntos, 7.4 rebotes, 7.1 asistencias, pero entregaba el balón casi cuatro veces por juego y disparaba por debajo del 30 por ciento en tiros de tres puntos. A pesar de su baja eficiencia en anotación, Westbrook lanzaba casi la misma cantidad de tiros que Davis.

Bajo el mando de Darvin Ham, Westbrook comenzó a salir desde el banquillo. Fue una mejora marginal, pero al menos el enfoque de Westbrook por lanzar al aro no le quitaba tantos tiros a jugadores ofensivos más efectivos. El equipo realmente despegó solo después de que Westbrook fue intercambiado antes del cierre de traspasos.

Ahora, los Clippers planean emparejar a Westbrook con tres jugadores a quienes les gusta tener el balón en sus manos, no solo dos. La semana pasada, Harden dijo a los medios que jugar en la ofensiva centrada en Joel Embiid en Philadelphia era "como estar con una correa".

Mientras Harden lideró la NBA en asistencias la temporada pasada y Embiid ganó el MVP, Harden claramente no estaba contento. No es un jugador listo para colocarse detrás de otros y permitir que alguien más facilite la ofensiva. Eso hace que Westbrook parezca particularmente superfluo. El tiro de triples con un 30.6% de acierto a lo largo de su carrera no representa una amenaza al situarse para el tiro ni se destaca por moverse sin el balón o tener una defensa consistente.

En Houston, las dificultades del equipo para jugar con Westbrook junto a un jugador que no lanza bien llevaron a los Rockets a intercambiar a Clint Capela y a emplear una ofensiva ultrapequeña para darle a Westbrook más opciones para penetrar. Es difícil imaginar que los Clippers tengan que ajustarse por Harden y Westbrook cuando ya tienen dos jugadores mejores en George y Leonard.

El mejor camino a seguir es convertir a Westbrook en un sexto hombre, donde su energía y su tendencia a acaparar el balón no afecten tanto a las estrellas. Eso es a donde eventualmente llegaron los Lakers, y debería quedar claro para los Clippers pronto también. Hasta entonces, veremos si el sistema de Harden puede funcionar con Westbrook como una de las piezas.