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Luka Doncic irrumpió en la NBA como una figura en proyección en el 2018 y, desde ahí a hoy, su explosión no paró. Sorprendió a todos, se convirtió en un Top 5 del mundo y Dallas se aseguró disfrutarlo por muchos años más cuando le hizo la extensión de su contrato rookie, dándole 202 millones de dólares hasta el 2027. 

Doncic llegó para ocupar el lugar dejado por otra estrella europea, Dirk Nowitzki, como centro único de atención de una franquicia que siempre amaga pero pocas veces concreta. De hecho, con Dirk y el actual coach, Jason Kidd, ganaron el único anillo de la historia del equipo, en la 2010/11, frente al Tridente recién creado de Miami Heat (LeBron, Wade y Bosh). Pasaron 11 años. 

Ahora todos los ojos de Dallas se posan sobre el Niño Maravilla, que ya cursa su quinta temporada en la NBA, pese a tener apenas 23 años. Y el inicio en estos 7 partidos abruma: 36.1 puntos, 9.0 asistencias, 8.9 rebotes, en 36.6 minutos por partido. Segundo jugador en la historia que arranca con 7 juegos de +30. Y podríamos anular al primero, porque Wilt Chamberlain jugaba otra NBA en los 60. Pero es otra discusión. 

Nosotros no vamos a descubrir nada del talento de Doncic, pero nos enfocaremos en otro tema, importante según nuestro análisis, que es lo que Luka está entregando a cambio de lo que está generando. Si analizamos su carrera, desde que arrancó, todos los años subió su tiempo en cancha. Uno podría decir que es normal, sobre todo para un chico joven, pero Luka lo hizo en cifras ya muy altas: 32.2 minutos en la primera, 33.6 en la segunda, 34.3 en la tercera, 35.4 en la cuarta y, en estos 7 partidos que llevamos, 36.6 por juego. 

Estos números tienen muchos análisis distintos para hacer. Primero, Luka no jugó ninguna temporada todos los partidos. Se perdió 10 en la primera, 14 en la segunda, 6 en la tercera y un máximo de 20 en la pasada 2021/22. No es una enormidad, pero sí un número alto para alguien tan joven, más allá de que no todas las ausencias fueron por lesión. 

Otro análisis habla del peso físico que soporta alguien como él. Porque a Doncic hay que mirarlo con el combo completo. Luka terminó la 2021/22 contra Golden State el 26 de mayo. Poco después empezó un trabajo de acondicionamiento físico con el trainer de Eslovenia. Después jugó el Eurobasket y después de unos días, comenzó los entrenamientos con Dallas. El año pasado, algo similar con los Juegos Olímpicos de Japón. Tanto en Dallas como en Eslovenia, teniendo un promedio de minutos altísimo (sobre todo en la NBA), y poco descanso. 

Un punto a agregar es que Doncic es un dotado de talento, pero no de físico. No es atlético, le cuesta evidentemente mantenerse en un peso bajo y, como buena parte de los oriundos de la región ex Yugoslavia, no se caracteriza por la máxima disciplina en el ciudado de su cuerpo. Encima, con 23 años, tiene los gustos obvios de un pibe de 23 años que también quiere vivir. 

Entonces, volviendo al análisis de sus estadísticas. Luka está anotando el 31.2% de los puntos de su equipo, tomando el 29.3% de los tiros. El año pasado, esos números eran, respectivamente, el 26.3% y 25.4%. Es decir, tiene este año un impacto casi 20% superior, más allá de que recién van 7 partidos. Jugando 1.2 minutos más por juego. Aunque Dinwiddie lo ayuda en el armado y se sumó Campazzo, su estilo no cambió: posesión del balón el 70% del tiempo, subiéndolo por lo general, y mucho desgaste físico en cuanto al roce permanente con el oponente. Se lo está viendo más por el suelo que otros años. 

Está claro que Luka es fuerte, quizá incluso más que antes, pero no es LeBron James. Ni tiene el desgaste de Nikola Jokic. Luka necesita que en Dallas empiecen a cuidarlo más. El año pasado, 6 jugadores anotaron en doble dígito promedio (entre los 19.2 de Porzingis hasta los 11 de Finney Smith). Este año, solo 4, y el quinto está en 7.4 puntos. Wood trajo buena producción ofensiva, pero no recuperaron los aportes de Brunson y Porzingis, pese a que están anotando 7 puntos más de promedio. Claro, esos 7 los aporta Doncic solo.

En definitiva, todas las luces que despierta Doncic son esperanzadoras para los fans, pero siempre y cuando a Luka lo siga sosteniendo una salud que no le dio grandes problemas por ahora. Eso sí, está forzando la máquina a su máxima producción, y de entrada. Si mañana algo le ocurre, nadie podrá decir que fue una sorpresa.