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Si bien el equipo no estaba teniendo un buen desempeño, la salida de Steve Nash de Brooklyn Nets fue una verdadera sorpresa. El canadiense estaba en su tercera temporada como entrenador y nunca había logrado cumplir con las expectativas de un plantel que se había armado para lograr el anillo o pelear por él.

Ni bien se conoció que Nash no iba a continuar en su cargo, el nombre que más fuerte sonó fue el de Ime Udoka. El entrenador había sido suspendido por un año por Boston Celtics, equipo que dirigía, por problemas internos en la franquicia, Udoka había tenido una actitud desleal para Boston.

Como la suspensión es interna, Ime podría dirigir tranquilamente en otra franquicia. De hecho, cuando Boston confirmó la pena a Udoka, expresó que podía permitir que el entrenador se marche a otro equipo para dirigir mientras continúe la suspensión en los Celtics.

Uno de los jugadores que se mostró molesto por esta posibilidad de que Udoka firme con los Nets, fue Marcus Smart, una de las grandes figuras de los Celtics que fueron finalistas en la edición pasada de la NBA.

“Obviamente que desearíamos que estuviese aquí. Pero no tenemos el control sobre ello y es un fastidio. Supongo que lo que hizo es suficiente para que no entrene aquí pero si lo haga en otro lugar”, dijo Smart en tono irónico.

Posteriormente agregó: “¿Un día están masacrándole y diciendo que quizás no vuelva a entrenar y un par de meses después puede que acabe entrenando a uno de nuestros mayores rivales? No tiene sentido”.