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“Podría haber sido atleta olímpico, seguro” contó Kai Jones en una entrevista con Sam Perley de los Hornets. Y ese pudo ser un camino que tomó el joven bahameño, pero decidió ir por el lado del básquet y ahora enfrentará este lunes a Argentina en Mar del Plata, luego de haber debutado el pasado jueves frente a Venezuela y haber sorprendido a todos con una tremenda volcada luego de un rebote, poniéndose el aro a la altura de sus hombros prácticamente.

“Si miras los registros, fui Campeón Nacional de la AAU. Me clasifiqué para los Juegos Olímpicos Juveniles en salto triple cuando estaba en octavo grado. Representé a mi país en los Juegos de la CUT (Unión de Maestros del Caribe) cuando estaba en cuarto grado. La pista es un gran deporte en las Bahamas. Realmente era un atleta de pista completo, pero me especialicé en los saltos” contaba el actual jugador de Charlotte.

¡LA VOLCADA QUE SE MANDÓ KAI JONES CON BAHAMAS 🇧🇸!pic.twitter.com/RVvBbbI86j

— Hablemos De Básquet (@HDB_ok) August 26, 2022

Claro, proviene de un país con gran tradición de atletismo olímpico, consiguiendo 14 de sus 16 medallas olímpicas en esta disciplina. Sin una gran base en el básquet, el gigante bahameño pasó su infancia entre su país y Florida, donde su madre estudiaba.

Y una serie de amistosos fueron los que lo incentivaron a probar el deporte de la naranja: “Hubo estas exhibiciones en las Bahamas, así que fui y jugué en ellas y ahí fue cuando comencé a hacer todos los días. Siempre tuve un amor por el juego. Séptimo grado, probé para el equipo y no lo logré. Octavo grado, hice la prueba para el equipo y no lo logré, pero entrenaba todos los días. Despertarme a las 5, ir al gimnasio, hacer prensa de piernas, ir a la cancha al otro lado de la calle de mi iglesia y tirar. Solo era un atleta en general. Me encantaba el atletismo, me encantaba el baloncesto. Ambos me apasionaban, pero el atletismo era el deporte en el que era mejor durante ese tiempo”.

Y no fue hasta 2017 cuando Jones jugó un básquet organizado, cuando ya medía 2.05 y le tocó participar de un Basketball Without Borders en Nassau. Allí compartió equipo con el argentino Fran Farabello y ganaron el torneo del campamento, además de que Kai jugó el All Star.

Su pasión por el básquet es lo que lo llevó a seguir creciendo: “Siento que este es el deporte que estaba destinado a jugar. La pista me estaba preparando para eso. Siendo mi tamaño y como me muevo, no hay nadie así y eso es por mi trayectoria en la pista. Siento que fue solo Dios quien construyó mi historia. La pista construye su atletismo general. Definitivamente siento que soy rápido, tengo una contracción rápida, habilidad para saltar y sé cómo saltar. Tengo técnica de salto. El salto de altura te enseña cómo saltar específicamente. Yo era un saltador entrenado. Cosas como esa ayudan”.

Y en un futuro no descarta saltar en unos Juegos Olímpicos: “Siento que, si hiciera salto de altura, probablemente sería bastante bueno en este momento. Tal vez todavía iré a saltar algún día. No ha terminado. Todavía puedo ir a saltar a los Juegos Olímpicos”.

Después de un debut con 20 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias, este lunes veremos a un Kai Jones que tiene todo por crecer y, por lo visto, mucho salto por dar.