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Hace un año en Tokio se vivió un momento histórico cuando, faltando 51.4 segundos exactos para finalizar el juego entre Argentina y Australia, todo el estadio se paró, el juego se frenó y todos y cada uno de los presentes se fundieron en un aplauso lleno de admiración para un Luis Scola que desde allí no volvió a pisar una cancha de básquet.

A partir de ahí el básquet argentino ya no fue el mismo. Desde allí el gran Capitán anunció su retiro semanas después y fue primero director ejecutivo del Varese y luego se convirtió en el dueño mayoritario del equipo italiano, el último donde jugó profesionalmente. Pero el apellido Scola no se alejó de la celeste y blanca, y en los últimos meses vimos a uno de sus hijos, Tomás, enfundado con la selección U17 dando dos años de ventaja y también en distintos campus.

La imaginaria cinta de capitán, esa de la que tanto se habló y tanto orgullo generó que la llevara Scola, ahora la porta Facundo Campazzo, quizás su mejor aprendiz en términos de liderazgo y amor por la camiseta argentina. Y en un mes el equipo que ahora dirige el Che García debutará en la Americup, la primera competencia continental desde 2007 en la que no estará Luifa.

En este sentido, el cordobés deberá reemplazar la voz de mando, predicar con el ejemplo y ayudar a Néstor García a terminar de instaurar una idea con un equipo que ya está en la búsqueda de nuevos objetivos, con el Mundial 2023 en el horizonte. Pero no solo el base, sino que la Generación Dorada no se termina de ir del todo y ahora Carlos Delfino es quien tomó la posta y sigue vigente con la celeste y blanca, llevando de otra forma el liderazgo que dejó su compañero desde las inferiores de Argentina.

En cuanto al juego es un espacio imposible de llenar, pero el recambio está en marcha y Argentina ya está en la búsqueda de jugadores que puedan suplir al menos una pequeña parte de lo que aportaba Scola. Gabriel Deck parece ser quien vaya a tomar la posta en la posición de ala pivote, aunque el juego pasará por otro estilo ya que no tendrán al gran capitán para sostenerse en la pintura.

A su vez, Nicolás Romano, Juan Francisco Fernández, Tomás Chapero, y por momentos Juan Pablo Vaulet y Nicolás Brussino han sido los que tomaron su posición, mientras que también Marcos Delía, Francisco Cáffaro y Tayavek Gallizzi tienen en claro que tienen que tomar mayores responsabilidades para llenar ese vacío gigante que deja Luis.

Desde aquel 3 de agosto ya nada es lo mismo. Pero no se podrá olvidar nunca el lago de Scola, tanto dentro como fuera de la cancha, de constancia, amor por la camiseta, disciplina y un respeto al deporte que le dio tanto y nos dio tanto a los argentinos.