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Gui Santos cobró importancia en los últimos días dado que fue el único latinoamericano elegido en el draft de la NBA. Con la elección 55 en la segunda ronda, los Warriors decidieron apostar por el brasilero y se quedaron con sus derechos. Ahora, poco más de un año después, decidieron hacerle contrato y el brasileño desembarca finalmente en la mejor liga del mundo.

"Pienso que puedo darle al equipo todo lo que mostré durante mi año en la G-League y en este verano. Puedo dar Spacing en ataque, ser una ayuda en defensa y jugar bien sin pelota” expresó.

Este alero viene de jugar Santa Cruz Warriors, tiene 21 y mide 2.03 con brazos muy largos. Cuando fue elegido en 2022 Facundo Corvalán, que fue su compañero en Minas, lo analizó para conocerlo mejor.

En cuanto al juego, el base analizó: “Tiene mucha facilidad con las definiciones, en el uno contra uno hace cosas que uno cree que no puede salirles bien y hace jugadas muy lindas. Es un jugador que tiene buen tiro exterior, aunque prefiere mucho más hacer las jugadas llamativas penetrando, con algunos cambios de direcciones o giros, jugadas más rebuscadas con finalizaciones diferentes y que a él le salen muy bien y te dejan con la boca abierta. Juega con muchísima energía, con un fuego distinto y realmente deja todo para ganar”.

En la liga brasilera tuvo promedios de 10.1 puntos, 5.1 rebotes y 2 asistencias, con un buen 45.6% de campo. A mejorar se puede encontrar su tiro de tres puntos, donde tuvo un bajo 29.8%, pero a su edad todo es trabajable, más en una franquicia como Golden State.

Pero no solo las aptitudes deportivas son importantes, por lo que Corvalán contó cómo es en el día a día: “Es un jugador muy trabajador, en el día a día le gusta mucho entrenar, entrena duro. Le apasiona mucho el básquet y lo vive muchísimo. Le presta mucha atención al cuidado físico, al cuidado de sus fundamentos, y también hace bastantes horas extras. Nos hemos quedado a jugar uno contra uno, sesiones de lanzamientos, es alguien que realmente le dedica horas”.

Por otro lado, vive el básquet como todo joven y le suma la cuota necesaria de profesionalismo: “Es un jugador joven que tiene muchísima hambre, muchísima fuerza mental, porque se rodeó de grandísimos jugadores y pudo destacarse en su corta carrera, y se nota que disfruta muchísimo. Es alguien gracioso, que en una entrada en calor está siempre alegre, divirtiendo, lo vive como lo que es, un juego, y puede diferenciar eso, disfrutarlo y cuando hace falta le pone la seriedad que hace falta en el profesionalismo. Es un chico muy humilde, muy de grupo, muy maduro para su edad”.

Alejandro Malky / [email protected]
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