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Las finales de la Liga Nacional recién están comenzando, pero, tras dos juegos sumamente tácticos y agresivos, ya se pueden ir vislumbrando las figuras. Tanto en San Lorenzo como en Quimsa, los más importantes de ambos equipos van apareciendo y el paradigma se está estableciendo. 

Tres nombres de todos ellos se elevan, dos son de San Lorenzo y uno de Quimsa. Los del Ciclón se destacan por su regularidad en el sector ofensivo y un respeto de las reglas en el costado defensivo, a la vez que el del elenco santiagueño logró un gran segundo cotejo, pero sufrió en el primero. 

Brandon Robinson (Quimsa)
Brandon venía de tener un excelente cierre de semis ante Boca, en el que anotó 26 puntos, pero luego estuvo calmado y controlado frente a San Lorenzo en el primer encuentro de las finales, en el que las situaciones en el pick and roll o el poste no fueron trascendentes.  

Apenas pudo anotar nueve tantos, lanzando 3/7 en tiros de campo, 2/5 en dobles, 1/2 en triples y solo 1/5 en libres, apartado en el que generalmente sabe materializar muy bien los puntos. Todo cambió en el segundo choque, donde se despachó con 24 unidades. Quimsa cayó, pero ese brillo ofensivo podrá ser nodal de cara a los próximos partidos. 

Máximo Fjellerup (San Lorenzo)
Recuperándose de los mil y un males, el talento de Máximo surgió en el mejor momento posible y desde el banco (en el partido inicial) se está transformando en el complemento de lujo de José Vildoza en el equipo de Santander, atacando en transición y compensando su falta de eficacia en el tiro de tres (1/6 en la serie en triples) con insistencia en las penetraciones y jugando sin balón para finalizar con celeridad.

Terminó anotando 16 puntos en cada uno de los dos partidos iniciales y siendo clave tanto atrás como adelante, protegiendo los tableros y recuperando balones en una defensa que lo utiliza con énfasis en los atrapes y cambios con grandes. 

José Vildoza (San Lorenzo)
El Pepe volvió a la misma de siempre, marcando 21 puntos en cada uno de los dos juegos y demostrando que pocos como él hay en la Liga Nacional con su manejo de balón y destrezas como portador en el pick and roll.  

A pesar de que su tiro sigue sufriendo (6/17 en triples), su facilidad para llegar al aro y anotar (9/15 en dobles) o fabricar faltas que lo pongan en la línea de los respiros profundos (perfecto hasta ahora en ese aspecto con 6/6) le permiten seguir aportando y potenciando al resto.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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