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Accionista del Mallorca en España y de Vancouver Whitecaps en la MLS de Estados Unidos. En un torneo de volcadas le tiró un alley-oop con los pies a Amare Stoudemire y es fanático del Tottenham inglés y de Boca. 

¿De quién se estará hablando? ¿Es un jugador de fútbol?

Para nada. Es Steve Nash, uno de los mejores bases en la historia de la NBA, conocido por su fervoroso fanatismo por la número cinco. Tal es su devoción por ese deporte que su primera palabra fue gol... 

Dejó de jugar al fútbol para dedicarse al básquet a los 13 años, pero siempre lo mantuvo como parte de su vida. Con respecto a la naranja, el canadiense fue creciendo poco a poco hasta que llegó a la NBA en 1996. En Estados Unidos enamoró a muchos y ganó dos MVP seguidos en los Suns. 

Sin embargo, nunca había podido ganar y un anillo y en el 2012 decidió mudarse a los Lakers para conseguirlo. El proyecto de los angelinos era sublime. Juntaron a Kobe Bryant, Steve Nash, Dwight Howard y Pau Gasol y estaban listos para arrollar. 

Al llegar, el canadiense tuvo un problema. Su número de siempre, el 13, estaba retirado porque lo había utilizado el legendario Wilt Chamberlain y tenía que elegir otro. La decisión para él fue fácil y tenía todo que ver con el fútbol. 

“Todos los jugadores, Diego (Maradona), (Zinedine) Zidane y Glenn Hoddle, son mis ídolos. Es un honor para mí usar el número 10”, respondió Nash, en español, en su presentación con los Lakers, cuando le preguntaron la razón de su elección. 

Lamentablemente el proyecto de los californianos no salió según lo planeado y la estadía del base tampoco fue la ideal. Disputó apenas 65 partidos durante las dos temporadas que estuvo en el equipo y luego decidió retirarse, dejando atrás una época de gloria, lujos y elegancia en el rectángulo de juego. 

Y el fútbol fue uno de los responsables de todo lo que logró allí. "Me ayudó con mi resistencia, coordinación y juego de pies. Además, me dio la capacidad de anticiparme y ver los ángulos”, confesó Steve. 

Su caso fue otro ejemplo de lo valiosa que es la multidisciplina deportiva. Steve Nash fue básquet, pero también fútbol. Un hermoso nudo.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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