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Poco a poco, las diferentes barreras que presentaba el mundo de la NBA han empezado a romperse. Hay muchas chances de que, más tarde que temprano, Becky Hammon se convierta en la primera entrenadora en jefe en la historia de la liga. Los extranjeros, mientras tanto, dominan muchos de los premios individuales y son figuras en sus respectivas franquicias. Los entrenadores internacionales han entrado en este grupo de destructores de prejuicios. El caso más reciente es el de Steve Nash, flamante coach de los Brooklyn Nets.

El canadiense se ha convertido en el tercer director técnico foráneo en comandar a un equipo de la competencia desde que se creó la misma. Se une a su compatriota Jay Triano y al serbio Igor Kokoskov. El primero representó a los Toronto Raptors entre 2008 y 2011 y luego ocupó el banquillo de los Phoenix Suns de forma interina en la temporada 2017/18. El segundo también formó parte de los de Arizona: fue durante la 2018/19, pero apenas duró un curso.

Ambos contaban con una gran experiencia como entrenadores antes de llegar a la cima de una institución de la NBA. Además, oficiaron como asistentes durante mucho tiempo hasta que se abrió el hueco. Nash, en cambio, no ha tenido un contacto directo con el staff técnico de alguna organización más allá de su etapa como consultor en los Golden State Warriors. El dos veces MVP emerge como el primer caso de un extranjero al que se le da la confianza plena de guiar a una franquicia contendiente hacia el título. Kevin Durant, Kyrie Irving y el futuro prometedor de los Nets están en sus manos ahora. Otra frontera que ha sido borrada por el básquet.