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En la actualidad, la WNBA es una de las mejores ligas deportivas del mundo. El básquet femenino encontró en esa competición de los Estados Unidos un lugar en el que las mejores jugadoras pueden demostrar todo su talento y brillar ante los ojos de miles de espectadores. Sin embargo, eso parecía prácticamente imposible hace poco más de dos décadas. Por eso, siempre es necesario celebrar aquel comienzo y a las leyendas del pasado. Hace exactamente 23 años, la liga coronaba a sus primeras campeonas.

Las Houston Comets tuvieron el honor de ser la franquicia que levantó el trofeo antes que nadie. Fue durante la temporada de 1997, que las encontró en las Finales con las New York Liberty. El primer y el segundo mejor récord de la etapa regular chocaron en un cruce que no fue serie, sino partido único: la victoria de las Comets por 65-51 tuvo como principal figura a Cynthia Cooper, quien anotó 25 puntos y fue elegida MVP Finals. Fue un momento trascendental para un torneo a la que muchos no le daban crédito, pero que resultó ser un éxito en materia de nivel y espectáculo.

Indudablemente, las texanas fueron las amplias dominadoras de esa primera etapa: llegaron a cuatro finales y las ganaron todas. Desaparecieron en 2008, ya con una gama de equipos candidatos que demostraba la evolución de la competición. Un total de nueve instituciones han sido capaces de levantar al menos en una ocasión el título anual. Pero, más allá de los éxitos o individuales, la WNBA se ha consolidado como un evento deportivo de prestigio mundial. Uno que no hubiera sido posible sin la presencia de esas pioneras.