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Ninguna ventaja es segura contra un equipo como Golden State y los Blazers aprendieron esa lección este sábado: los Warriors, sin Kevin Durant ni Steve Kerr en el banco, remontaron una diferencia que llegó a ser de 17, se impusieron por 119-113 y quedaron a un paso de la barrida ante Portland. Como en el segundo encuentro, la defensa fue la que impulso a los californianos a partir de la segunda mitad.

Si hay algo que nadie puede negarle a este equipo de los Blazers, es que su propuesta no cambia, tengan a quién tengan adelante. Los de Stotts siempre salen listos para jugar con velocidad y soltura, y eso fue exactamente lo que hicieron esta noche. Impulsados por el regreso del bosnio Jusuf Nurkic a la alineación, los dueños de casa abrieron el partido con todo, con un CJ McCollum en llamas: ganaron el primer período por 37-30, llegaron a tener máxima de 17 en el segundo y finalmente cerraron la mitad adelante por 67 a 54.

Como podía esperarse, las facilidades anotadoras no iban a durar toda la noche para Portland y Golden State salió con otra concentración al segundo tiempo. Los Warriors empezaron a remontar la brecha desde mediados del tercero y finalmente tomaron el control absoluto del juego en el último período. Los Blazers se mantuvieron a tiro hasta el final, pero un par de conversiones claves de Steph Curry terminaron de quebrar cualquier expectativa para los locales. Los Warriors se llevaron el choque por 119 a 113 y se pusieron a una victoria de las semis del Oeste.

Curry fue el máximo anotador de la noche con 34 puntos, mientras que en el ganador también fue clave Klay Thompson con 24 unidades. Por los Trail Blazers no fueron suficientes los 32 tantos de CJ McCollum, ni los 31 de Damian Lillard, como así tampoco el buen aporte de Evan Turner (17 y 8 rebotes).