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En estos días se habla de un Mikal Bridges que lleva más de 550 partidos consecutivos desde su llegada a la NBA. Sin embargo, el jugador de los Knicks está muy lejos del récord de un AC Green que jugó 1192 partidos consecutivos.

Y hubo una clave según él para lograr eso. Es que conservó la virginidad durante toda su carrera. Sin ir más lejos, se casó con su esposa Veronique con casi 39 años y después de retirarse en 2001. Su creencia en el cristianismo le permitió también no faltar tampoco a ninguna clase. También superó las trampas de un Magic Johnson en los Lakers que le mandaba mujeres a su habitación de hotel, a las que rechazaba sin abrir la puerta y les recitaba frases de la biblia. Así fue como comenzaron a llamarlo virgen de hierro.

A su vez, le ganó a Magic una apuesta de más de 3 mil dólares en  que Green debía resistirse a la tentación por dos meses y mantenerse virgen. “Sé que mis compañeros y hasta jugadores de otros equipos hacían apuestas, les parecía imposible que cumpliera mi palabra. La verdad es que la mayoría de los que entraban en ese mundillo perdían la cabeza: las chicas eran realmente bonitas. Pero pasaron unos seis meses y empezaron a ver que iba en serio, que era una cuestión de disciplina irrenunciable para mí. De hecho, años después algunos me han venido a decir que ojalá se hubieran pensado mejor algunas de las cosas que hicieron” contó en algún momento.

Yendo a lo estrictamente deportivo, AC Green jugó 1192 partidos consecutivos y disputó un total de 1278 de 1281 posibles, un tremendo 99.8%. Solo se perdió tres en su segunda temporada con los Lakers. Había sido elegido en el puesto 23 del draft de 1985 por encima del pedido por todos, Terry Porter, que terminó en los Blazers.

La racha duró desde el 19 de noviembre de 1986 hasta el día de su retiro, el 18 de abril del 2001. En el medio ganó tres anillos, los dos primeros en 1987 y 1988 con Magic Johnson, y el último en el 2000 con Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. En el medio pasó por Phoenix y Dallas.