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La Copa, el cerrado reconocimiento del público tras el subcampeonato en la Liga de las Américas y el entorno de fiesta en el Casanova lejos estuvo de distraer a Bahía Basket que, por el contrario, le regaló a la gente que fue a reconocerlo una victoria contundente ante La Unión de Formosa, nada menos que la más abultada de la historia: 99 a 63. La anterior había sido el 10 de noviembre de 2010, ante Gimnasia de Comodoro: 90 a 55.

No fue sencillo el inicio. La pegajosa defensa de Gamboa a Redivo trabó el sistema ofensivo de Bahía, que se mostró dubitativo, sin claridad y aprovechando sólo un par de oportunidades a Johnson-Levy en el poste alto. No obstante, en la medida que Corvalán se paró en las esquinas para tomar lanzamientos a pie firme, se generaron las grietas defensivas y el local empezó a cortar más al cesto.

La Unión forzó el juego interior con el solitario Francis, a quien le llegaba sucia la pelota y sumaba pérdidas. En el recambio Bahía no se debilitó, Jasen se convirtió en pasador y hasta el propio Blocker, que venía con escasa participación, se dio el lujo de mostrarse.

El juego empezó a abrirse, Bahía pudo correr más la cancha, Fjellerup anotó y La Unión, enfrente, sin Francis en cancha, tenía a Orlietti como único interno que, curiosamente, jugaba en la línea de 3 puntos. La visita se mostró anárquica, sin cuidado de la pelota y Bahía lo aprovechó, sacando 12 en dos pasajes del segundo cuarto. De todos modos, le dio vida a partir de algunos lanzamientos apresurados y la visita se puso a 7.

Poco duró el buen momento, porque las 17 pérdidas (en total) le fueron pesando a La Unión y el local capitalizó esa ventaja adelante. Lucio empezó a meterla y, fundamentalmente, resucitó Blocker, quien tuvo su mejor producción desde que llegó: 4-4 en t2 y 1-3 en t3 en el segundo cuarto. Además, defensivamente el equipo estuvo sólido (permitió 12 puntos en el segundo cuarto) frente a un rival trabado, con escasos recursos, para establecer la máxima diferencia del primer tiempo: 48-25.

Y si hasta ahí el trámite era favorable, más aún resultó en el tercer cuarto. Negando línea de pase, recuperando la pelota –fantástico trabajo de Levy-, corriendo la cancha, con el Gordo Johnson prendiéndose en los rebotes ofensivos y con Blocker (25 puntos, con 8-10 en t2) aprovechando su inspirada noche, Bahía cerró el tercer cuarto estableciendo la máxima hasta el momento de ¡40! 80-40.

Conociendo el ganador 10 minutos antes del final, sólo restaba saber cuánto era capaz de sacar Bahía. Y como mantuvo su intensidad, además que Sepo insistió con insistir con la línea de juego ante un rival quebrado en todo sentido, llegó plasmar 42 puntos de diferencia (84-42).

En su noche de regreso, Bahía dijo presente mejorando su propio récord histórico después de ser subcampeón en Venezuela. ¿Qué más se puede pedir…?