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El arranque no fue nada alentador para los Spurs, que comenzaron flojos en defensa e imprecisos en ataque. Bradley estaba encendido en los Celtics, que saltaron a una ventaja de 18-8, forzando un par de time-outs de un enojado Popovich.

La reacción del entrenador fue simple: mandar a la banca a cancha. Y la respuesta llegó. Uno de los titulares que quedó en el campo fue Leonard, quien con un par de triples acercó a los texanos. La defensa era otra y en ataque, cuando se apagó Leonard, brillaron Diaw y West, para cerrar el primer cuarto con ventaja de 29 a 27.

Tras ese arranque turbuelento, y todavía con sus suplentes en cancha, San Antonio se adueñó del ritmo de juego. Diaw estaba especialmente agresivo en ataque, mientras que también fue bueno el regreso de Parker, para conseguir sacar una máxima de diez de diferencia (44-34).

Los locales estaban cómodos, especialmente en ofensiva y no tuvieron problemas para cerrar la primera mitad con cierta holgura. Aldridge dio una mano muy grade con su goleo, Manu tuvo un par de apariciones interesantes y el marcador quedó 58-49 al finalizar los primeros 24 minutos de acción.

En la vuelta al juego, el pequeño Thomas se puso a los Celtics en los hombros y con varias penetraciones, acercó a los dirigidos por Stevens a cuatro. Pero la ilusión para la visita no duró mucho: inmediatamente se despertó Leonard y la distancia regresó a los dos dígitos.

Luego de ese susto, los Spurs volvieron a estar en claro control del encuentro. La banca dio soluciones una vez más, con Mills a la cabeza y con Ginóbili y West contribuyendo su buena parte. La máxima siguió subiendo, hasta alcanzar los 15 (86-71) al terminar el período.

San Antonio parecía destinado a una victoria sencilla, pero nada de eso ocurriría. Los de Popovich parecieron confiarse y dejaron de jugar con la energía necesaria. Boston, impulsado por Thomas, lo aprovechó y llegó a ponerse a dos, tras varias pérdidas consecutivas de los texanos.

¿Quién despertó a los Spurs? Manu Ginóbili. El escolta anotó desde la línea, luego un triple y más tarde una bandeja, para darle algo de separación a su equipo. De todas maneras, los Celtics, con triples de Bradley y Crowder, le pusieron suspenso a la definición, si bien no les alcanzó para la remontada y el dueño de casa se impuso por 108 a 105.

Los Spurs contaron con un goleo sumamente balanceado: 17 de Aldridge, 16 de Diaw, 15 de Leonard, 15 de Ginóbili, 10 de Parker y 10 de West. En Boston no alcanzaron los 23 de Thomas ni los 18 de Bradley.

Manu Ginóbili: 15 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 1 falta cometida, 1 pérdida, 5-6 en dobles, 1-5 en triples y 2-4 en libres durante 25:41 minutos de juego.