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No pintaba fácil el segundo partido de San Antonio en la temporada NBA 2015/16 luego de dos cuartos. Los Nets llegaron a estar 10 puntos arriba en el segundo cuarto (41-31) y las miradas de los hinchas en el AT&T Center empezaban a mostrar algo de preocupación. Era el segundo juego recién pero, ¿habrían sido las incorporaciones tan buenas como se especulaba?

Una bomba de Manu Ginóbili en el cierre del segundo cuarto permitió irse al descanso largo algo más esperanzados, y la incertidumbre se convirtió en alegría a los pocos minutos del tercer cuarto, cuando con un parcial de 7-0 los Spurs pasaron al frente después de mucho tiempo (57-55).

De ahí en más, gradualmente, los Spurs se adueñaron del partido y terminaron aplastando a Brooklyn 102-75, despejando las dudas iniciales, que de alguna manera se habían originado en el debut ante Oklahoma el jueves, con derrota 112-106 de visitantes.

San Antonio volvió a su esencia: juego de pases, reparto de gol y buena defensa, y así pasó del 42-47 de la primera mitad al 60-28 de la segunda, que destrabó el partido. Leonard, con 16, fue el goleador local, aunque 6 jugadores terminaron en doble figura.

Uno de ellos fue Manu Ginóbili, de buen arranque de temporada, que finalizó con 12 puntos (3/6 dobles, 2/6 triples), 5 rebotes, 4 asistencias, 1 recupero y 1 tapón en 21:37. 

De todos modos, más allá del triunfo, la noticia de la noche fue que, con esta victoria, el tridente Duncan-Parker-Ginóbili igualó a Bird-McHale-Parish en cantidad de victorias históricas en serie regular: 540. Habían quedado a las puertas el año pasado y muchos pensaban que no los alcanzarían ya que no confiaban en la renovación de Duncan y Manu, pero eso ocurrió y, rápidamente, el récord fue igualado. Tienen toda la temporada ahora para mejorarlo y hacérselo difícil al próximo que quiera entrar en los libros.