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Yao Ming nació el 12 de septiembre de 1980. Las cualidades físicas con las que lo hizo estuvieron lejos de ser las normales para la población china. Estamos hablando de un bebé de 61 centímetros y 5 kilos, una barbaridad para una criatura, pero esto tiene su explicación y yace, evidentemente, en su árbol genealógico.

Yao Zhiyuan, exjugador de baloncesto de 2.08, y Fengdi Fang, exjugadora de 1.88, son los padres de Ming. La contextura de ambos fue la mezcla genética perfecta para que naciera uno de los jugadores más altos de la historia de la NBA. Se dice que los progenitores fueron presentados por el gobierno chino de Mao Zedong, que quería que su país siguiera creciendo en materia deportiva, creando un deportista de estas dimensiones.

A pesar de las cualidades innatas de Yao Ming, en su infancia siguieron apostando a su desarrollo físico y baloncestístico. De niño, comenzó a recibir hormonas desde chico para que su desarrollo fuera más rápido de lo normal. Pero había un problema: el gigante no quería jugar al básquet, le apasionaba el waterpolo o quería ser científico, hasta que sus padres lo llevaron a una gran academia de básquet en Shanghái y comenzaron a inculcarle las ganas de ser basquetbolista.

En su adolescencia, comenzó a ser seguido por la NBA. La llegada de Yao a la mejor liga del mundo no era un trámite normal. La Asociación China de Básquet no permitía que el gigante llegara a la mejor liga del planeta si no era que los Houston Rockets lo eligieran en la primera posición del draft. Si bien era un condicionamiento importante, era negocio para los dos, ya que a la NBA le interesaba la llegada del jugador chino, un mercado nuevo y con mucho público para consumir todo lo que la liga norteamericana representa: difusión, derechos televisivos, merchandising, entre otras cosas. De esa manera, Ming fue la primera selección del draft del 2002.

Yao Ming realizó una buena carrera en la NBA. Disputó 8 temporadas, todas en Houston Rockets. Fue el cuarto jugador más alto en la historia de la competencia. Con su seleccionado disputó tres Juegos Olímpicos: Sídney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008, y el Mundial Japón 2006. El Ivan Drago de la vida real que supo triunfar en el baloncesto y transformarse en un ícono del deporte chino.