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Dennis Rodman fue una de las personalidades más extravagantes de la NBA en toda la historia. El ala pivote se destacaba adentro de la cancha por su capacidad reboteadora y defensiva y consiguió cinco títulos de campeón, pero también será recordado por su vida afuera de las canchas. Era conocido como uno de los chicos malos y le gustaba la noche. A Toni Kukoc le bastó una salida para darse cuenta de la dureza de sus fiestas.

La vida del croata era completamente diferente. El nacido en la península de los Balcanes era de perfil bajo, pero no podía perderse la experiencia de salir con él. Fue la primera y la última. "No podía seguirle el ritmo. Fue la única vez porque, después de eso, necesitas una recuperación de siete a diez días mínimo", expresó el exjugador de Chicago. 

Su declaración tiene un motivo claro: el alcohol. Kukoc contó cómo fue esa noche en la que Rodman se hizo cargo de todo en un bar: "Eramos cuatro y lo primero que pidió para beber fueron cuarenta tragos de vodka y diez cervezas. Le pregunté si vendría más gente y me dijo que no, que era importante para mantener el bar abierto". 

El ala pivote era el centro de atención a donde iba, pero según comentó el croata eso no lo obnubilo. La generosidad también era una de sus cualidades. "Aquella noche todas las personas que estuvieron en el local tuvieron bebida y comida gratis a cuenta de Rodman", agregó el croata.