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Si hubiese que elegir a un jugador que calza perfecto para todo lo que la NBA quiere y desea, no hay ninguna duda de que ese jugador es Steph Curry. Veamos: juega lindo, espectacular, virtuoso, mete triples de 10 metros como si tirara un papel al tacho de basura abajo del escritorio, la cámara lo quiere, él quiere a las cámaras, es carismático, fachero, canchero... no tiene defectos en el rubro marketing. Y, en el deportivo, pocos. 

Porque Curry, casi unánimemente considerado el mejor tirador de la historia de la NBA (el único que podría hacerle sombra es su compañero de equipo, Klay Thompson), no vende lo otro que hace muy bien, sobre todo en los playoffs, que es defender. Obviamente no es Bruce Bowen, porque no tendría sentido gastar toda la energía en el campo defensivo cuando desequilibra del otro lado, pero Steph tiene mucho amor propio, y los números lo avalan.

Veamos. En la serie regular, Curry jugó 64 partidos y, si bien sus números atrás fueron correctos, no hizo diferencia con el resto de los jugadores de su puesto. Permitió un 44.1% general en los tiros que los rivales le tomaron a él, dentro de una media de casi 11 tiros ejecutados por los jugadores defendidos por Steph (10.7). Para compararlo con el base al que está enfrentándose ahora, Ja Morant, el rasta tiene cifras parecidas: permitió el 44.2% en 12.3 intentos de sus defendidos. La columna FG% lo que marca es el % que los rivales que Curry defendió traían para esos mismos tiros hasta ese partido. Es el dato que asombrará luego. 

Ahora, cuando nos metemos en los playoffs, los datos asombran en Curry. Uno podrá decir que van pocos partidos, que los guardias de Denver no lo complicaron demasiado, pero igual es para valorar cómo mejoró en ese rubro, convirtiéndose en el segundo guardia que, con semejante cantidad de tiros defendidos, logró ese excelente porcentaje en los tiros de cancha rivales. Apenas el 36.4%, sobre 9.2 tiros recibidos (3.3 anotados). Un número que firmaría cualquier entrenador, sobre todo en el perímetro de hoy.

Lo que es increíble es lo que le bajó Curry a sus rivales los normales porcentajes que traían hasta enfrentarlo. En lugar de ese 36.4%, ¡un 47.8! Es decir, les bajó un 11.5% la efectividad a sus contrincantes, sobre todo en los tiros cortos (menos de 6 pies -2 metros- y 10 pies -3 metros-), donde el porcentaje a favor de Curry llega casi hasta a un 20%. Después, la estadística diferencia los tiros recibidos de dos puntos y de tres puntos, y también la distancia. En los playoffs, Curry es el segundo guardia con mejor porcentaje de cancha cedido con semejante cantidad de tiros recibidos. Solo por detrás de, probablemente, el mejor defensor perimetral del mundo, Jrue Holiday.
 

Curry demostró ser muy bueno defendiendo penetraciones, que de eso tratan esos tiros más cortos, y una muestra clara fue la marca que le hizo ayer a Morant en el cierre, cuando ya estaban 117-116 arriba los Warriors y faltaban 24 segundos. Morant lo fue a buscar para superarlo desde lo físico y Curry lo taponó con extraordinaria firmeza, sentenciando prácticamente el partido. El otro Curry, el que defiende. Este también vale la pena mirar. 

Stephen Curry with the clutch defense on Ja Morant pic.twitter.com/U8KUuzTkUg

— Alex 👋 #ThankYouDeebo (@dbs408) May 1, 2022