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NBA y Real Madrid: un negocio que sigue creciendo

17:35 18/08/2024 | Equipos de la mejor liga del mundo sumaron muchos jugadores de la Casa Blanca en poco tiempo. Ahora fue Yabusele y por eso repasamos los últimos movimientos entre las 2 partes.

Yabusele y Campazzo, 2 de los últimos 4 en dejarle un buen dinero al Madrid al irse a la NBA (Getty)

Guerschon Yabusele realizó un excelente Juego Olímpico en París 2024. Eso le valió para que la NBA vuelva a posar sus ojos en él luego de un desempeño en Boston Celtics que no fue muy bueno. De ahí partió hacia el ASVEL francés y luego llegó al Real Madrid para aportar desde el banco. Jugó una excelente última temporada y la frutilla del pastel fue su gran actuación con Francia en París 2024.

En los últimos 10 años, el Madrid se ha visto favorecido unas cuantas veces por salidas de jugadores con contrato hacia la NBA que, si bien en algunos casos significaron problemas deportivos, por el otro permitieron un ingreso importante de dinero al club. Empezamos por el 2014, cuando Nikola Mirotic se fue a Chicago Bulls tras 6 años en la institución madrileña. Por esta rescisión, entraron 2.5 millones de euros al club de Florentino Pérez.

Chacho Rodríguez había estado 4 años en Estados Unidos antes de llegar al Madrid. Luego de jugar por más de un lustro en la institución se fue a Philadelphia 76ers pagando 3 millones de euros por su salida del club blanco. 

Luka Doncic tuvo que desembolsar 2 millones para llegar a Dallas y Gabriel Deck 1.3 para emigrar a OKC. Houston se llevó los servicios de Usman Garuba y fueron 3 millones los que le ingresaron al Madrid. Sin embargo el que más dinero le generó fue el argentino Facundo Campazzo, que pagó una clausula de 6 millones de euros cuando fue fichado por Denver Nuggets.

Ahora, con la llegada de Yabusele a Philadelphia, que le dejará 2.5 millones de euros, el Real Madrid terminará quedándose con un 20.3 millones de euros en 10 años gracias a firmar contratos altos, con salidas a NBA jugosas, que en cualquier caso compensan económicamente lo perdido en la cancha. 

Fuente: 
Marco Pagliariccio

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